viernes, 10 de febrero de 2012

Dador o Quitador dos formas de ser

Hoy, durante una actividad recreativa y observando las diferentes actitudes y los comporta-mientos de los integrantes del grupo participante me preguntaba: ¿que determina que una persona decida ser DADOR (recibe para compartir) o un QUITADOR (recibe solo para sí mismo)?. 


Algunas personas se mantienen en un silencio reflexivo y sólo recurren a la pregunta oportuna e inquieta cuando lo requieren y están atentos incondicionalmente a servir a otros cuando ve que es preciso dar una mano, otros preguntan retóricamente y permanentemente están llamando la atención, procurando ser servidos, por el docente u compañeros, buscando algo a cambio; a mi, por lo menos, esta actitud me aburre. 


Por eso me dispongo a pensar sobre este tema, partiendo de una premisa: quien toma un camino u otro, lo toma por decisión, elige ser dador o quitador. También se puede interpretar que estas formas de pararse en el mundo son hereditarias, viene en el ADN de la persona, puede ser, el asunto que están ahí y marcan dos formas de actuar, y siempre en último término tu decides cuál de las dos se alinea a tu forma. Definamos, en primer término, que entendemos por una persona con características DADORAS y que entendemos por una persona QUITADORA. 

Un ser humano DADOR a aquel ser humano que llega a un lugar, conecta, mira, elige y toma acción desde una única pregunta que se hace...¿que está faltando aquí y qué tengo yo para contribuir, para compartir o intervenir en esto que está faltando...?.

Y un ser humano TOMADOR o QUITADOR como aquel ser humano que tiene como protagonista al EGO y la OSCURIDAD, tiene una forma escasa de pararse en la vida. Recibe únicamente para si mismo. 

Viajando en un lleno y sudoroso transporte colectivo observo a una mamá con una hija de aproximadamente 5 años sentada con ella (que mantenía un vínculo agresivo con su mamá y también supongo era su hermanito) y un niño menor de aproximada 3 años que viajaba en su falda. El niño con un llanto forzado, aparentando estar caprichosamente afligido tendía a subirle la blusa a su madre procurando tomarla del pecho y mamar. La madre dudaba en acceder a este pedido. Descendí antes de presenciar el resultado final. Seguramente y solo a modo de hipótesis, ese niño, si esta actitud se repite en otras situaciones, es un potencial tomador, pide caprichosamente y se le da sin límite. 

Un ser humano dador es responsable y se compromete de manera incondicional. No asume el papel de víctima, no apela a la "culpa", no especula, no se queja, simplemente se compromete con el otro y con la situación y acciona. Parte del principio de la abundancia, un mundo donde hay de todo para todos en el universo. Actúa desde el ganar-ganar. Una de las consecuencias de un ser humano dador es que naturalmente se vuelve en un ser confiable, puedes contar con el incondicionalmente. No recurre, para eludir la responsabilidad, a  la queja o justificación torpe y aburrida. 

Una persona tomadora recibe únicamente para si mismo. Se para desde el ganar-perder. Para que yo gane (parándose desde la limitación y escasez) tu tienes que perder. Está claro que no confía en nadie, ni siquiera en él mismo y los demás no confían en él. Tiene miedo de decir que no, tiene miedo de opinar, un constante miedo al rechazo. A menudo suelen preguntar ¿qué voy a recibir yo a cambio?. Este tipo de personas especula siempre con esta pregunta y piensa "si no me das el equivalente a lo que te aporto no muevo un pelo, por lo menos aspiro a que me reconozcas, que me agradezcas?. Tienes que saber que si eres condicional, acabarás con personas en tu vida que son condicionales.

Lo único que requerimos desear a cambio es nuestra propia Luz, nuestra propia realización, también a nivel profesional. Eso significa que, si estás en relación, simplemente da y no te preocupes por lo que obtienes a cambio. Cuando damos con nuestro corazón, la energía retornará a nuestras vidas. No importa si el retorno viene de esa persona o de alguna otra, si es ahora y es nunca. Si queremos Luz requerimos actuar como la Luz. Una forma de hacerlo es dando incondicionalmente. Quieres Luz opta por ser Dador!!!!

El cuerpo consiste totalmente en nuestro deseo de recibir y el alma es el deseo de compartir. El camino espiritual radica en asegurarnos de que nuestras acciones provengan desde el punto de vista del alma. ¿Cómo sabemos si nuestras acciones provienen del alma?. No es fácil, no tenemos intenciones ocultas y no estamos pensando solo en nosotros -Yehuda  Berg-


Daniel Corsino-

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