Cuando alguien piensa en planteamientos “antisistema”, los relaciona con conflicto, ruido, contenedores quemados y mucho caos. Sin embargo, varios de los discursos más políticamente incorrectos de los últimos tiempos nos invitan a quedarnos en casa, no consumir e incluso aburrirnos o sumergirnos en el silencio.

Byung Chul Han –galardonado con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2025, filósofo y autor de libros como La sociedad del cansancio o Vida contemplativa. Elogio de la inactividad– nos invita a rebelarnos contra la sociedad actual quedándonos en casa.

Su discurso habla de abandonar la vida hiperactiva para recuperar más equilibrio y sentido, no caer en la autoexplotación en nuestro tiempo libre, no exponernos continuamente en redes sociales, apostar por el descanso, el silencio y la vida contemplativa, y escaparnos de la rueda que provoca nuestra extenuación.

Tu casa, tu refugio

Madre e hija bailando en comedor de casa

En casa pueden hacerse un sinfín de actividades divertirdas.

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Entre sus críticas a la sociedad del rendimiento en todas las áreas, sorprende su defensa del hogar y de la pasividad. En sus palabras, “quedarse en casa es la forma más lúcida de resistencia” porque te rebelas ante el mandato de ser productivo a cualquier hora y haces “huelga” de imperativos sociales.

El autor explica que el capitalismo actual odia el vacío y el silencio y nos ha inculcado temor a pasar horas muertas en nuestras casas sin prueba digital de lo que hacemos, pero, según él, es en ese tiempo “improductivo”, anónimo y silencioso cuando más soberanos somos.

No se trata de romantizar el aislamiento o la soledad ni atrincherarse en casa y no salir al mundo, sino una defensa del derecho al “silencio sin culpa” y la casa como bastión de libertad donde vivir sin rendir cuentas a nadie, sin testigos y sin sucumbir a las exigencias del mercado.

cómo trasladar esta filosofía al día a día

El mensaje de Byung Chul Hal puede hacerse realidad a través de la hogarterapia que se define como la creación de un hogar sano, equilibrado y feliz que nos facilite una vida más plena y con sentido.

Nuestras casas no son solo las cuatro paredes donde dormimos, comemos o pasamos los fines de semana, sino que son mucho más. Representan un exoesqueleto, como el caracol, y podemos transformarlas en un “templo”, en un refugio de regeneración y paz que nos aporte bienestar en el día a día y que nos ayude a impulsar cualquier área de nuestra vida que queramos.

Cuando convertimos nuestra casa en un Hogar Consciente y volvemos a encender el “Fuego” del hogar, podemos recuperar todo el potencial y la magia ancestral escondida en los hogares.

Desde un hogar consciente podemos potenciar nuestra salud, descubrir nuestro propósito vital, encontrar la calma frente al estrés, inspirarnos, cuidarnos y cuidar de otros amorosamente, mantener relaciones sanas, aumentar nuestra productividad profesional o personal, controlar las finanzas y aumentar los ingresos, e incluso alcanzar un gran bienestar holístico.

HOgar y bienestar

Mujer en casa

Estar en casa debe ser una experiencia placentera.

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Aunque Byung Chul Han se centre en el recogimiento como ataque contra tanto ruido e imposiciones externas, la realidad es que bajo la protección que representa nuestra casa podemos realizar muchas actividades.

Kankyo Tannier, autora de La magia del silencio defiende que “quedarse en casa no significa quedarse quieta” y que “cuanto mejor te conoces, menos miedo te da quedarte a solas contigo misma”. 

Por su parte, Marie Kondo, la representante mundial del orden terapéutico, nos habla de “desahogos creativos” para referirse a actividades que nos gusten, nos evadan y nos conecten con nuestra brújula.

Aunque en medio de las agendas tan abarrotadas actuales puede parecer que no hay tiempo más allá de la jornada laboral y las tareas domésticas, existe una tercera dimensión de “hogar y talento” u “hogar y bienestar” donde podemos ser nosotros mismos, desplegar nuestras alas, hacer o no hacer sin explicaciones y reconectarnos.

Consejos prácticos para disfrutar quedándote en casa

Levantarse de la cama

Levantarse sin despertador es un hábito muy saludable.

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Estas son algunas sugerencias de autocuidado y disfrute en la intimidad de nuestras casas:

  • Despertar sin reloj y sin prisas y rodearnos de un ambiente de mimos. Ten en cuenta que despertarse sin reloj no es sinónimo de no madrugar. Si tienes que madrugar, acuéstate pronto y verás como tu cuerpo se acostumbra a despertarse temprano, descansado, y prácticamente sin necesidad de despertador.
  • Tomarnos varios oasis de silencio a lo largo del día.
  • Disfrutar de un café o té con presencia.
  • Practicar el journaling o diario terapéutico
  • Pintar un mándala, cuadros con números o las nuevas manualidades artísticas
  • Tejer o bordar sumergiéndote en el craftfulness, un término que se refiere a la idea de hacer manualidades para mejorar nuestro bienestar ya que conectamos con nosotros mismos a través de la creatividad.
  • Jugar con tus hijos o seres queridos, sin límite de tiempo. Byung-Chul Han dice: "nos matamos por ser productivos pero el hombre ha nacido para jugar, no para trabajar".
  • Seguir un ritual atrapasueños gozoso.
  • Planificar tu agenda y las próximas semanas con amabilidad y premiando los avances.
  • Leer o estudiar solo por placer.
  • Cocinar una buena receta lentamente.
  • Disfrutar de un spa casero.

Tal vez no llamaríamos a estas actividades “resistencia” como Byung Chul Han, pero son una forma de reconciliarnos con nuestro hogar e ir alquimizando nuestra vida cotidiana.