Recientemente algunos de mis estudiantes cometieron desvíos y enfermaron por algunos días mientras sus organismos descargaron los sobrantes.
Generalmente cuando tienen estas experiencias me consultan sobre si es mejor tal o cuál dieta o tratamiento para curarse lo más rápido posible.
Quieren una cura física para un mal también físico.
Pero luego de superar estos episodios vuelven a pasar por la misma experiencia una y otra vez, porque no comprenden la causa profunda.
Y el origen de estos problemas se encuentra naturalmente en la mente.
Hay algo que corregir en la forma de pensar.
El pensamiento es flojo, es débil; es inocente como el pensamiento de un niño.
Uno de estudiantes fue a pasar algunas semanas a su país de origen para ver a la familia luego de varios años sin visitarlos.
¿Y qué comeré cuando esté allí?
El pensamiento se mueve a una velocidad infinita y responde..."ya veremos, seguramente encontraré alimentos saludables y vamos a pasarlo muy bien".
La mente ya se afloja y concede un permiso.
Le da permiso al cuerpo para que experimente unas breves vacaciones con los hábitos de siempre.
No hay un pacto fuerte en la mente.
No hay una lectura diaria de los objetivos, no hay un propósito poderoso de alcanzar la salud infinita.
Yo mantengo mis hábitos cuando viajo, cuando visito amigos o familia.
Si hay un pacto mental fuerte, el cuerpo obedecerá el pacto.
Pero si el pacto es flojo los desvíos serán inevitables.
"Unos días que coma distinto no me afectarán".
Cuando se conduce un automóvil no se debe soltar el volante nunca porque el coche va a tener un accidente.
El piloto inteligente nunca suelta el volante.
Porque el cuerpo (yang) siempre está ávido de placer (yin).
No hay nada de malo en ello; el cuerpo es yang y un cuerpo joven y fuerte es mucho más yang todavía.
Y yang siempre busca el yin...es natural es la ley de polaridad.
La mente sin propósitos claros da permiso al cuerpo para que corra tras el placer infinito.
Y así se destruye, así se originan todas las enfermedades.
La industria crea todo tipo de cosas atractivas, postres, jugos.
Pero el estudiante sabio conserva la fuerza de su cuerpo porque si pierde su poder físico su sueño puede verse enormemente demorado.
La visa física es corta (yang).
Si perdemos el poder físico es como un coche que ha chocado y debe ir al taller.
Tendrá que esperar pacientemente mientras la vida sigue su curso y no nos espera.
Debemos tener una estrategia en base a yin y yang.
Mantener nuestro poder físico o una salud fuerte es lo principal.
Y la gratificación sensoria es necesaria pero en forma secundaria.
Así todo depende siempre de una proporción.
Si se invierte la proporción viene la enfermedad y la desgracia.
Y el 90% de la gente vive así y por ello el sistema médico moderno es necesario con todas sus cirugías y farmacias.
Porque los cuerpos (yang) buscarán ávidamente su destrucción (yin) debido a la ausencia de una mentalidad clara que lleve al cuerpo a un estado de poder físico creciente.
La mente debe conducir el cuerpo hacia la belleza infinita, la habilidad infinita y hacia la salud infinita.
El cuerpo es demasiado poderoso para dejar que vague sin rumbo.
Y por eso necesita una mente poderosa que lo guíe hacia su destino glorioso.
-Martín Macedo-
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