lunes, 21 de noviembre de 2022

Toda forma física tiene un aspecto no físico.

 Toda forma física tiene un aspecto no físico.

Emmet Fox lo llamó el equivalente mental.
Ohsawa decía que todo frente tiene su dorso.
Diferentes sabios formulan la misma Ley con diferentes palabras.
Nosotros decimos que toda expresión Yin no se puede separar de su expresión Yang.
Todas las monedas tienen su cara y su dorso.
No existe ni una sola moneda entre miles de millones que tenga una cara pero que no tenga un dorso.
Nuestra filosofía asegura la existencia del equivalente mental.
Pero la medicina se olvida y pretende curar en el ámbito físico sin considerar el equivalente mental de la enfermedad.
También cometen el mismo error los orientadores y consultores macrobióticos que se limitan a dar dietas y consejos en alimentos.
Kikuchi decía: "toda forma tiene su función".
La tradición espiritual de Asia dice: "toda forma tiene su alma".
Así para ellos una espada tiene un espíritu y por eso se la coloca cuidadosamente en un lugar importante de la sala como si fuera un dios.
Las puertas no se deben golpear al cerrarse porque tienen alma.
Los cubiertos y las ollas, las cocinas y otros utensilios nos dan un servicio y merecen un respeto porque si no lo hacemos sienten que no han sido consideradas.
Muchos cristianos consideran teológicamente que los animales no tienen alma y por eso pueden ser sacrificados o utilizados como materia prima.
Toda enfermedad tiene un equivalente mental o una mentalidad que la ha creado y la sostiene.
Si se cambia el alimento físico sin cambiar la mentalidad o el bajo juicio que la sostiene, nuestra cura no durará mucho.
Como una señora que me consultó por una grave enfermedad y a las pocas semanas me llamó por teléfono para preguntarme si podía comer un "pollito" porque en pocos días era su cumpleaños.
Esa mentalidad que espera que pasen los 90 días de la "dieta" para ampliarla con más "variedad de alimentos" es la que ha creado y la que sostiene la enfermedad.
Y es la mentalidad que traerá nuevamente la enfermedad luego de una mejora temporal al suprimir algunos alimentos e incorporar otros más saludables.
Lo he visto miles de veces.
Por eso pongo en alerta roja a mis estudiantes del programa de consultores....sin hallar las fallas o creencias en el lado oculto, en el aspecto no físico del enfermo, todas las recomendaciones físicas como compresas, masajes, ejercicios de do in, preparaciones culinarias exquisitas....todo ello fracasará luego de algunos meses de aparente éxito, porque la raíz sigue enferma.
Por ello es necesario que los que aspiran a la salud infinita o a la curación de sus enfermedades comiencen a trabajar en su desarrollo mental y espiritual a través del estudio, la lectura y la meditación.
Porque el equivalente mental del cáncer, la hipertensión o la celiaquía es la arrogancia y el bajo juicio que crea, sostiene y garantiza el retorno de la enfermedad.
Sólo elevando el nivel de juicio se puede garantizar el logro de la salud y la permanencia en el Reino de los Cielos donde la salud es una constante a menos que se regrese a la mentalidad anterior.
Por eso buscar medicamentos para la cura del cáncer es una búsqueda inútil.
Es como combatir la delincuencia construyendo más prisiones y encerrando más criminales con castigos cada vez más duros.

-Martín Macedo-

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