Primero yin luego yang.
Primero subo la cuesta y luego la bajo.
La primavera sigue al invierno y la separación es seguida por un próximo encuentro.
Parece fácil y todos pueden comprender.
Es la alternancia de yin y yang.
Pero si profundizamos veremos que en realidad son simultáneos.
Yo estoy subiendo la cuesta y Alberto la está bajando.
Mientra es primavera en Uruguay es otoño en Madrid.
Mientras unos se están separando otros se están casando.
Por ello nuestras desventajas no van seguidas de las ventajas.
Ventaja es desventaja.
Problema es solución.
Perder es ganar y comenzar es finalizar.
Aquellos dotados con un cuerpo hermoso y fuerte ya están abusando, ya están declinando, ya se están destruyendo.
Los que han venido al mundo con una genética más delicada comienzan a buscar, a estudiar, a aplicar y a practicar las disciplinas que lo harán cada vez más fuerte.
Las personas que se interesan en macrobiótica ya están ganando, su interés ya es ganancia y esa ganancia es su premio.
Pero las personas muy fuertes se burlan de la macrobiótica, la atacan y dicen que tiene insuficientes proteínas.
Su fuerte complexión es su pérdida...ellos se lo pierden por ser demasiado fuertes.
Por eso como decía Kikuchi, problema es solución.
Problema ya es solución.
Pobreza ya es riqueza porque el pobre, el verdaderamente pobre está hambriento de aprender, de buscar, de acumular.
Pero nadie lo ve así.
La comprensión estrecha ve ganadores y perdedores, sanos y enfermos, negros y blancos, hombres y mujeres.
Todos somos sanos y enfermos, ganadores y perdedores, hombres y mujeres.
Todo es un tema de proporción.
Yin y yang son las dos caras de la moneda...pero no es una moneda metálica sino una moneda plástica que cambia todo el tiempo su proporción.
La ventaja de ser un crack, que brilla en su juventud como Messi o Neymar o Haaland contiene la desventaja.
Pero nadie la ve...todos ven la ventaja y piensan...........¡¡¡ que afortunado!!!
Las estrellas se queman en su propio calor.
Los cracks se fracturan con su propia fuerza.
Los fuertes se destruyen con su propia intensidad.
A menos que estudien el Orden del Universo.
Este estudio permite a los fuertes disfrutar de su fuerza.
Y a los débiles crear toda la fuerza que deseen.
Incluso vencerán a los fuertes.
Porque los fuertes se descansan en su ventaja.
Como se enseña magníficamente en la fábula de la liebre y la tortuga.
Felicidades a la liebre por su magnífica velocidad.
Felicidades a la tortuga por su victoria sobre la liebre.
Todos ganan si saben ver yin y yang en cada paso.
Todos pierden si viven en la ignorancia del Orden.
Así que todos deben estudiar e ingresar en nuestra escuela.
-Martín Macedo-
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