miércoles, 20 de julio de 2022

La creencia es la fe y la fe mueve montañas

 Algunas personas dicen con pesar.."no hay trabajo".

También a veces dicen..."es muy difícil".
"No quiero volver a equivocarme".
"No puedo acordarme del nombre de esa persona".
Nuestra mente subconsciente es yin y acepta todo como un mandato, de la misma forma que un soldado obedece órdenes.
Pero si los soldados mataron a muchos inocentes los responsables son los que dieron las órdenes, porque el soldado está obligado a obedecer.
¿Qué es más poderoso....el General que da las órdenes o el ejército que las ejecuta?
El General es yang y el ejército es yin.
Cada uno es poderoso a su manera; extremadamente poderosos cuando trabajan armónicamente.
Si la mente consciente cree y afirma con emoción "no hay trabajo", la mente subconsciente hará lo necesario para que toda oportunidad de trabajo se aleje.
Si cree y afirma que practicar macrobiótica es "muy difícil y sacrificado", la mente subconsciente hará lo necesario para que sea de lo más difícil y complicado hacerlo.
Tengo una hermana que dice "es más fuerte que yo" cuando le ponen un dulce frente a ella...a pesar de que sabe que no le conviene igual lo toma y luego se arrepiente...pero vuelve a repetir con pesar..."es más fuerte que yo".
Esa es una de las principales razones por las que muchas personas no consiguen progresar en la macrobiótica o no consiguen observar un plan de nutrición a pesar de sus mejores intenciones y su máxima voluntad.
Porque la voluntad de hierro no puede vencer a una creencia arraigada.
La creencia es la fe y la fe mueve montañas.
Es una fuerza invencible.
Pero la fe son simples ideas que se han implantado mediante la sugestión o mejor dicho la autosugestión.
Estas ideas son sugeridas una y otra vez a la mente subconsciente que finalmente las acepta, nos convenga o no.
"No hay trabajo, no hay trabajo, no hay trabajo"...dicho muchas veces con emoción...es una sugestión que termina por implantarse en la mente subconsciente como creencia.
"La macrobiótica es muy difícil, muy difícil, muy difícil"...siga diciéndolo y verá que cada vez será más difícil.
Un conocido que la practica desde hace 30 años, que tiene mucha experiencia, estaba feliz porque le dio una fuerte gripe (luego de darse tres dosis de la vacuna) como hacía años que no tenía.
Lo tomó como una oportunidad de hacer una depuración y estuvo ayunando durante una semana, luego de la cual se sentía fantásticamente bien y feliz, parecía 10 años más joven y se sentía lleno de energía.
Pero a los pocos días comenzó a comer demasiado en cantidad, demasiado aceite, demasiado tofu y volvió a estar cansado y deprimido como está la mayor parte del tiempo.
Sólo consigue una buena práctica cuando está muy enfermo.
Lo admite y por eso espera la siguiente enfermedad para luego gozar de un breve período de salud infinita.
Cuando las creencias y la voluntad entran en conflicto ganan las creencias.
Y las creencias son el resultado de lo que uno se dice a sí mismo, es decir del diálogo interno, de la calidad de las palabras.
Por esa razón, para progresar en la macrobiótica es necesario cuidar tanto lo que se habla como la calidad del arroz o del aceite.
Me llevó casi 40 años comprenderlo.
Pero a otros amigos tal vez le lleve más tiempo.
Y así cuando tengan 90 recién lograrán la libertad infinita.
Sin la cual es imposible experimentar una práctica exitosa.
Por eso la lectura y los libros son tan importantes.
Quien no lee a diario, no cultiva su espíritu y únicamente se enfoca en las recetas y la cocina...seguirá con programas internos de auto sabotaje que harán que tropiece cientos de veces con la misma piedra.
La palabra es sagrada porque la palabra es creadora.
Nada se crea sin palabras.
Y por esa razón quien cambia de alimentos pero no cambia sus palabras habituales seguirá repitiendo los mismo errores durante el resto de su vida.

-Martín Macedo-

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