La obra de Byung-Chul Han es un llamado a la resistencia frente a fenómenos como la productividad sin límites, la digitalización de la vida y la servidumbre consentida. Todas esas son realidades contemporáneas que nos están enfermando.
La obra de Byung-Chul Han es una de las más interesantes de la actualidad. No obstante, aunque ya es muy famosa y célebre, todavía no se ha popularizado lo suficiente. Por eso vale la pena hacer una aproximación a sus postulados, sobre todo si estamos interesados en reflexionar sobre el estilo de vida actual y el rumbo que estamos tomando.
Este filósofo y escritor surcoreano es también experto en estudios culturales y se ha convertido en una de las voces más autorizadas del pensamiento contemporáneo. La obra de Byung-Chul Han se ha centrado en fenómenos de palpitante actualidad, como la tecnología, la cultura del trabajo a ultranza o los efectos de la globalización del capitalismo.
“Quien fracasa en la sociedad neoliberal del rendimiento se hace a sí mismo responsable y se avergüenza, en lugar de poner en duda a la sociedad o al sistema. En esto consiste la especial inteligencia del régimen neoliberal. (…) En el régimen neoliberal de la autoexplotación uno dirige la agresión hacia sí mismo. Esta autoagresividad no convierte al explotado en revolucionario, sino en depresivo”.
– Byung-Chul Han-
Algunos de los títulos más célebres en la obra de Byung-Chul Han son La sociedad del cansancio, La agonía del eros, Topología de la violencia y Psicopolítica: neoliberalismo y nuevas formas de poder, entre otras. En ellos, hay algunos conceptos que sobresalen y que se configuran como los ejes de su forma de ver el mundo. Profundicemos.
1. Autoexplotación
Buena parte de la obra de Byung-Chul Han está dedicada a reflexionar sobre cómo trabajamos hoy en día. En una entrevista concedida al diario El País, resumió su pensamiento en una frase realmente lapidaria. Dice: “Ahora uno se explota a sí mismo y cree que está realizándose”.
Para Byung-Chul Han, el hombre actual sigue irreflexivamente un mandato social: hacer todo lo que PUEDA. Hasta hace un tiempo, las personas hacían lo que DEBÍAN. Ahora el ser humano cree que debe alcanzar el “éxito”, aún a costa de sí mismo, y se angustia severamente si no triunfa. El poder no tiene que fustigarlo. Cada quien se somete a ese régimen de trabajo y consumo, de forma totalmente voluntaria.
2. Comunicación
En la obra de Byung-Chul Han también hay constantes alusiones a los fenómenos de comunicación, tal y como los conocemos hoy en día. Para él, las relaciones han sido reemplazadas por las conexiones. Lo que se establece hoy en día es un enlace entre fuentes de información dispersas por el mundo.
Byung-Chul Han señala que sin la presencia física del otro, ya no hay comunicación, sino intercambio de información. Todos los sentidos, excepto la vista, están cayendo en desuso. Por eso en parte, la comunicación se ha debilitado notoriamente. A su vez, la gente busca solo a sus “iguales”, los capaces de dar like a lo suyo. ¿Dónde queda la diferencia entonces?
3. Jardín, uno de los conceptos clave en la obra de Byung-Chul Han
Ciertamente, el concepto de jardín no es uno de los más trabajados en filosofía. En la obra de Byung-Chul Han tiene que ver con la resistencia a las imposiciones del mundo digital. Esa esfera tiene una materialidad muy difusa y deleznable. Como dice el filósofo: “lo digital no pesa, no huele, no opone resistencia, pasas un dedo y ya está”.
De este modo, el concepto de jardín es un llamado a volver a las sensaciones concretas. Oler, sentir, palpar… El pensador surcoreano habla del “jardín secreto”, ese espacio reservado en el que nuevamente uno se pone en contacto con la realidad material, no mediada por lo digital. Es, a su juicio, una forma de recuperar lo que llama “la belleza original”.
4. Lo otro
Lo otro es uno de los conceptos que está en crisis en la sociedad actual. Pareciera que la única consigna es la de igualarnos. Las “tendencias” y “lo viral” son manifestaciones de este deseo de pertenecer a un colectivo que marche al unísono.
Dice Byung-Chul Han que cuanto más iguales somos, más aumenta la producción. A su juicio, la diferencia es contraria a los objetivos del neoliberalismo. Si hubiese unos que usaran smartphones y otros que no, el mercado saldría perjudicado. Actualmente hay un conformismo radical, una enorme pasividad que reduce al ser humano a la condición de cliente o de productor.
5. El tiempo
El tiempo es otro de esos elementos críticos en el mundo actual. Dice el filósofo que es necesaria una revolución en el uso del tiempo. Lo que prima ahora es la aceleración y lo pasajero. Hacer todo rápido y dejarlo que se vaya tan pronto como llegó. Es un atentado contra la permanencia.
Para este pensador es fundamental recuperar el tiempo personal, es decir, aquel en el que nos dedicamos a nosotros. Tiempo propio, al margen del sistema productivo. Recuperar los instantes de ocio y los momentos para la fiesta. Reservar tiempo para lo improductivo, no para la “pausa” que haga más eficiente el trabajo.
Sin duda alguna, la obra de Byung-Chul Han es una de las más ricas e interesantes en el mundo actual. Y no es solo una obra. Él mismo vive de acuerdo con los postulados que predica. Lo que busca, ante todo, es autoafirmar su ser y su libertad.