Aquellas personas que no están dispuestas a pequeñas reformas no estarán nunca en las filas de los hombres que apuestan a grandes cambios.
-Mahatma Ghandi-
Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo.
-Eduardo Galeano-
Muchos de los asuntos que desarrollo en este blog son obvios para muchos y lo comprendo totalmente. También pido que me comprendan. En la medida que los temas aparentemente "vulgares" o comunes cobran sentido y significado en mi vida cotidiana se transforman en descubri-mientos asombrosos y en herramientas concretas para mi propio fortaleci-miento como persona y profesional, por eso valoro la oportunidad de objetivarlos y exponerlos públicamente. Uno de los temas es la coherencia del ser humano, de mi persona concreta, entre lo que pienso, siento, digo y hago, buscando armonizar mi intimidad, mi mundo privado y mi vida pública.
Desde una auto observación responsable de mi vida encuentro tantos puntos críticos que puede llegar a desanimarme; pero no, lo interpreto como una oportunidad para seguir creciendo y aumentando mis capacidades y estar en el mundo desde la total integridad única forma de generar luz y crear valor en mi vida y a quienes me rodean, al mismo tiempo que me afano por disminuir al máximo posible (sabiendo que no es posible que desaparezca totalmente) mis sombras y oscuridades donde se refugian entre otros demonios: el miedo al ridículo, miedo al que dirán, la frustración, el desanimo, la falta de confianza, el desamor, los celos, la envidia, el orgullo, etc, manifestaciones todas de un EGO agrandado que no me dejará tranquilo nunca, si, nunca. Me mostrará siempre mis debilidades y puntos que tengo que cambiar y mejorar, no desaparecerá, transformándose en mi mejor aliado (como diría Nietzsche "mi peor enemigo es mi mejor amigo") para cambiar, para crecer, para mejorar, para mostrarme, a modo de espejo, mis limitaciones, y hacer la diferencia en este mundo gris y congelado.
Es una invitación de la vida para descubrir y dejar aflorar lo que convive en mi, silenciado por mi "ego" que no me permite que las muestre como regalo al mundo y a las personas que amo. Estoy dispuesto a pagar muchos precios emocionales (¿estoy dispuesto?) para despejar el camino y llegar a ser el que quiero ser. Queda mucho por hacer y en esto está la "chispa" de la vida, la superación permanente, el llegar a un lugar de "luz". Siguiendo la máxima de Goethe "Trata a un hombre tal como es, y seguirá siendo lo que es; trátelo como puede y debe ser, y se convertirá en lo que puede y debe ser". estoy en el camino de "tratarme como puedo y debo ser, para convertirme en lo que puedo y debo ser". Quiero salir del lugar del "confort", de la comodidad y asistir a la maravillosa aventura de convertirme en persona, sabiendo que tendré que pagar peajes y algunos muy caros, paro es, por el momento, la única forma de honrar la vida y llegar al lugar que tengo y puedo estar como ser humano.
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