domingo, 1 de mayo de 2011

Diseñando un futuro diferente y extraordinario para mi vida


Tanto si piensas que puedes, como si piensas que no puedes, estás en lo cierto” -Henry Ford-


Identificamos lo "extraordinario" con aquello de características excepcionales, monumentales, únicas e irrepetibles. En este contexto, llamamos resultado extraordinario a aquél que, por su naturaleza, habita en el área de aquello que "no sé que no sé" y de “lo no he pensado aún”. Esto es, no tiene relación con su dimensión o su impacto, sino que nos referimos a aquellos resultados que no podemos prever en tanto no identificamos "como" se hace para lograrlos.

Los resultados extra-ordinarios son aquellos que están fuera de nuestra "cuadrado” de percepciones, o sea, de la particular estructura de juicios que nos definen como particulares observadores del mundo. No hay dos observadores iguales, cada uno tiene su estructura particular de juicios con los que interpreta la realidad que "surge" ante él.

Aquellos resultados que viven fuera del "cuadrado" están en el universo de las posibilidades. Si queremos diseñar un futuro diferente al que podríamos obtener como proyección del pasado, si queremos un horizonte de resultados dónde pueda observarse "algo " distinto y "alguien" distinto, que no sea más de lo mismo, requerimos salir de “quién estoy siendo” y de “los resultados que estoy obteniendo”. 

El desafío está planteado: pasar a un estado diferente, a un nivel distinto de re-aprendizaje, dónde podamos visualizar: "quien quiero ser", "qué resultados quiero lograr", “hacia donde quiero dirigir mi vida”, generando las condiciones propicias para "diseñar un futuro diferente y extraordinario para mi vida".

“No sueñes pequeños sueños porque ellos no tienen fuerza para mover los corazones de los hombres” (Goethe)

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