lunes, 2 de abril de 2018

El poder de la visualización


Cynthia Stafford es una afroamericana que vive en California.
Hace 10 años, cuando tenía 46, la vida la puso contra las cuerdas.
Su hermano falleció repentinamente, en un accidente de tránsito y los cinco sobrinos pequeños quedaron desprotegidos.
Como era madre soltera aceptó el desafío de darles un hogar donde pudieran crecer felices y en familia.
Para ocuparse de los niños y dedicarles más tiempo tuvo que reducir su jornada laboral lo que disminuyó los ingresos para alimentar a los pequeños.
No pudo cubrir los gastos de la hipoteca y el banco pronto la dejaría sin su casa.
La imperiosa necesidad de solucionar este problema la llevó a buscar en las fuentes de la sabiduría y "casualmente" llegó a sus manos "El poder de la mente subconsciente" de Joseph Murphy.
Ella estaba receptiva, abierta a beber sabios consejos para poder ayudar a sus sobrinos pequeños.
Entonces comprendió que la mente tiene mucho poder y que podría emplear este poder para ganar la lotería.
Anotó en un papel la cifra 112 seguida de muchos ceros, en realidad 112 millones y lo guardó bajo su almohada.
Cada mañana lo leía y visualizaba el momento de recibir el cheque y todas la cosas que haría incluyendo a qué instituciones benéficas haría generosos donativos.
Asumía cada día que ya lo había ganado, se sentía ganadora mientras disciplinaba su mente y emociones para vivir en el sentimiento de que era una multimillonaria.
Hizo esto durante 90 días.
Trabajó tan bien con su mente y emociones que su convicción de que iba a ganar era absoluta.
Finalmente ganó 112 millones habiendo comprado un billete por 2 dólares.
Se compró una casa cuatro veces más grande con piscina, el coche que había visualizado y se fue con los niños de viaje de placer a París.
Su sueño era hacer películas y lo que hizo fue crear su propio emprendimiento de películas documentales.
Visualizó todo esto antes de realizarlo.
También al compañero ideal, que tuviera las cualidades que ella buscaba encontrar y resultó ser su entrenador personal.
La dificultad crea la facilidad.
Si no hubiera sentido esa dificultad no hubiera ni siquiera terminado la lectura del libro.
Enfocó su poder porque la vida la puso en una situación donde era todo o nada.
Nadie quiere pasar por tantas dificultades, pero es allí donde encontramos nuestro poder infinito, nuestra fuerza infinita y nuestra capacidad divina.
Diez años después Cynthia sigue con sus películas, mantiene su fortuna y ha hecho enormes donativos en el área de California a instituciones benéficas.
Ella lo dice abiertamente: esto lo hice gracias a la visualización.
Pero pareciera que los seres humanos dormimos un largo sueño y cuando despertamos hacemos un despliegue fastuoso de nuestros poderes.
Tal vez por esa razón Ohsawa enseñaba que la dificultad crea la facilidad, y que por eso debemos agradecer siempre por las dificultades ya que cuanto mayor sea la dificultad mayor será la felicidad que vendrá después.
La abundancia llueve sobre todas las manifestaciones de la divinidad, pero la mayoría abre un paraguas llamado creencias limitantes, paradigmas y un innecesario temor a la grandeza.

-Martín Macedo-

El Principio de las Transformaciones


Nadie está libre del error.
Ni de la enfermedad.
Ni del miedo.
Podemos escapar del frío durante un tiempo pero tarde o temprano vamos a tener que aceptarlo en nuestra vida.
Nadie quiere pasar hambre, pero por más que le temas, en algún momento pasarás hambre.
La gente busca la seguridad con toda su voluntad y determinación pero en algún momento experimentará la inseguridad.
Si estamos en conflicto con la mitad del mundo, viviremos en un eterno conflicto que no tiene solución.
Pero existe un remedio a esta situación tan extendida.
Se llama el Principio de las Transformaciones.
La Ley eterna de yin y yang.
Cuando estudiamos estas leyes y las llevamos a la práctica; cuando las comprendemos en profundidad, el conflicto se sana de inmediato.
Se trata de una curación que ocurre en el alma y luego se manifiesta en el cuerpo.
Este principio es la base de la cultura oriental.
Es el principio de la paz, de la salud y del desarrollo supremo.
Cuando comprendemos que noche y día, frío y calor, debilidad y fuerza, pobreza y riqueza, vacío y abundancia, facilidad y dificultad no se pueden separar, sentimos el impulso instintivo de abrazarlas a ambas.
Cuando comprendemos que no puede existir una sin la otra.
Que una nutre y fortalece a la otra......
Sentimos el impulso de gritar eureka!!!! al igual que Arquímedes.
Se trata de la más alta sabiduría.
Todo es perfecto así como es.
Entonces ya no sentiremos la necesidad de matar virus, bacterias o de luchar contra la hipertensión o el sida.
Porque comprenderemos que las bacterias y los virus nos hacen fuertes.
No puede haber salud sin virus y sin bacterias.
No puede existir la vida sin virus y sin bacterias.
La inteligencia infinita nos ha creado a nosotros y también a los virus.
Para que nos perfeccionemos mutuamente, para que nos fortalezcamos mutuamente.
Sin los virus nuestro sistema inmune entraría en una inoperancia absoluta.
Y gracias a la potencia infinita de nuestro sistema inmune los microorganismos están obligados a evolucionar y perfeccionar sus habilidades para sobrevivir.
Los grandes secretos de la salud no se descubren en un laboratorio estudiando día y noche sin cesar.
Los descubren sólo los que experimentan la enfermedad y la debilidad.
Un científico saludable que estudia afanosamente la cura de alguna enfermedad podrá hacer descubrimientos maravillosos e incluso ganar un premio Nobel.
Pero sus descubrimientos serán superficiales.
Sólo los que experimentan la enfermedad en sus cuerpos y en sus almas, podrán profundizar los principios de la vida y de la muerte y comprender lo que los sanos por más que lo intenten no podrán.
Ya lo dijo magníficamente Pablo de Tarso: "en mi debilidad está mi fuerza".
Y por ello el vacío crea la abundancia.
Porque primero hay que vaciarse de todos los condicionamientos culturales, de todos los sistemas de creencias y tener la mente pura y limpia de un recién nacido.
Entonces podremos ver la luz infinita y la abundancia infinita que el amor supremo vierte sobre sus hijos día y noche sin pausa.

-Martín Macedo-

La función de la laringe


Durante millones de años los homínidos evolucionaron sobre la Tierra.

Nuestros antepasados se parecían mucho a nosotros.
Excepto en la ausencia de un órgano.
Que nosotros tenemos y ellos no tenían.
La laringe.
Los antepasados humanos no estaban aptos para articular palabras.
Sin la palabra nación no hay una nación.
Sin la palabra riqueza no hay riqueza.
Ni tampoco pobreza.
En la naturaleza salvaje no existe algo como riqueza o pobreza.
Sólo el humano puede pro-boca-r los contrastes.
Al nombrarlos proyecta una información que la materia recibe como una orden.
Los sabios indígenas nos enseñan que todo está vivo.
Y que nuestras palabras, cuando se pronuncian con fe absoluta, imprimen su poder sobre la materia.
Por esa razón la persona que se queja atrae calamidades.
Y la persona que bendice y agradece todo el tiempo atrae mas y más bendiciones a su vida.

-Martín Macedo-

Curar el temor es lo más difícil del mundo


Mientras tengamos tanto miedo a los virus, a las enfermedades crónicas, al cáncer o al sida no estaremos en condiciones de aconsejar u orientar a otras personas hacia la salud y el bienestar.

Muchas personas desean ser terapeutas alternativos o consultores pero todavía mantienen esa vibración de temor porque no han transformado su alma, siguen enfermos de temor.
En las escuelas médicas occidentales impera el miedo.
Se implanta un conflicto sin solución en la mente de los jóvenes estudiantes que crecen académica-mente en la creencia de que hay que luchar contra enemigos invisibles e invencibles.
Curar el temor es lo más difícil del mundo.
Sobre todo si se toman proteínas animales a diario.
Muchas personas las toman porque tienen miedo de carecer de hierro o vitamina B12.
O de perder masa muscular.
Hay tantos miedos, y éstos se multiplican hasta el infinito.
Todo es más yin o más yang.
Es el Orden del Universo y nadie puede escapar, ni siquiera un mosquito minúsculo, ni siquiera un virus.
Tampoco los profesores de medicina pueden escapar del Orden del Universo.
La dieta de alta proteína crea una tensión en los tejidos, una aceleración del metabolismo, una necesidad de moverse constantemente.
Las personas que toman muchas proteínas animales, cuando se sientan les cuesta una enormidad estarse quietas, balancean sus rodillas hacia arriba y hacia abajo, tamborilean con sus dedos sobre la mesa, quieren aprovechar el tiempo haciendo cosas, muchas cosas.
Sienten que la vida es acción, que la acción es el camino hacia el éxito y por eso glorifican a la acción.
Cuando intentan visualizar les resulta penoso.
Su pensamiento es práctico.
Su pensamiento se estrecha y se consideran a si mismos como individualidades que deben interactuar con otros y otras y andarse con cuidado para que nadie los perjudique.
Este exceso de yang coloca a la mente en un carril y el pensamiento se vuelve extremadamente práctico y funcional.
Si acudimos en busca de consejo médico y nos atiende una persona alimentada con una dieta de alta proteína, tendrá más miedo que el propio consultante, ya que éste saldrá de la consulta con más miedo que con el que entró.
En las escuelas médicas no nos enseñan a curar el miedo.
Nos enseñan a temer y luego nos enseñan a jugar con las armas para luchar con violencia infinita contra los enemigos invisibles e invencibles.
Y los fabricantes de armas reciben muchos pedidos porque hay guerra por aquí y por allí.
Y está lleno de "luchadores"; la lucha contra el cáncer, la lucha contra el Parkinson, la lucha contra el hpv.
Y a estos heroicos luchadores les dan premios Nobel y galardones y cargos públicos por su entrega y devoción por la salud pública.
Pero cuando hay un equilibrio perfectamente sano entre yin y yang, fruto de una nutrición centrada en cereal integral, el juicio es justo y el temor se disipa.
La vibración de la más alta calidad del cereal, nutre el cuerpo y el alma, encuentra el punto de conexión con la divinidad que sólo se hace posible en la dimensión infinita del ahora.
Y en el ahora no existe el miedo, porque en el ahora todas las cosas se entrelazan con el infinito creándose una red que abarca todas las formas y todos los seres en una interacción gobernada por el amor universal.


- Martín Macedo-

El hogar es una réplica en miniatura del Universo



El centro de la Tierra, hierve con lava incandescente.
El centro del sistema solar arde a miles de grados.
El centro de la galaxia tiene un gigantesco sol central que arde con un calor aún más grande.
El hogar es una réplica en miniatura del Universo.
La cocina es el centro, donde se controla el fuego que anima todo.
El cuerpo de los hombres y mujeres, es también una réplica en miniatura de la estructura del Universo.
La expresión popular "pecho frío" se refiere a una persona cobarde, sin valor, sin energía.
Los humanos de la más alta calidad física y espiritual tienen una pasión ardiente, su corazón late con fuerza y son cálidos y amorosos.
Pero es en las cocinas donde se renueva el fuego que se absorbe como alimento para mantener vivo el fuego de los corazones humanos.
Si los músculos se enfrían se vuelven rígidos.
Si la sangre se enfría se coagula y las grasas se endurecen.
Si las flemas bronquiales se enfrían obstruyen la respiración.
Los cocineros son los guardianes del calor, del fuego de la vida, de la pasión por la acción y por la grandeza.
Sin amor apasionado la vida deja de multiplicarse.
Si quitamos el fuego de nuestras cocinas la humanidad se convierte en meras máquinas pensantes, como robots.
Los robots nunca igualarán a los humanos a pesar de toda la prensa que les hace la literatura de ciencia ficción.
Las máquinas son frías, son yin y para hacer lo que hacen necesitan una fuente de alimentación - fuente de calor.
Cuando se apagan las cocinas la familia se vuelve infeliz.
El sistema inmune pierde su poder.
El amor se apaga y la gente piensa..... "esta relación no funciona".
Entonces cambian de relación pero al poco tiempo la frialdad vuelve a dominar el escenario.
Aprende a cocinar, construye la más alta expresión de la vida, haz que todos los que coman tus platos se conviertan en estrellas, porque las estrellas conservan vivo el calor del Universo.

-Martín Macedo-

La mayor parte de las personas son como un boeing 747...


Cuando el avión alcanza la velocidad necesaria comienza a despegarse de la pista.

En la jerga aeronáutica esta velocidad se denomina V1 (velocidad de despegue).
Un boeing 747 tiene una velocidad de despegue de unos 290 kmph.
Extremo yang (velocidad) se convierte en yin (ascenso).
El atleta más fuerte y veloz (yang) se sube al podio en el sitio más alto (yin).
Para ascender jerárquicamente, o para ascender en nivel de ingresos, o para "despegar" de la casa de los padres se necesita ese motor, esa energía, ese corazón valiente que está en el interior cálido (yang).
También para liberarse de las cadenas de los hábitos que nos esclavizan.
La mayor parte de las personas son como un boeing 747 que corretea a 100 o 120 kmph.
A pesar de intentarlo con todas sus fuerzas, no consigue la V1; no consigue despegar.
Y lo intentan una y otra vez hasta que al final llegan a la conclusión de que es imposible.
Sobre todo cuando pasan los 35-40 años y concluyen que "es demasiado difícil" o "hay que ser realista".
Esto se debe a que la humanidad está cansada, profundamente intoxicada.
Sólo una minoría, algo así como un 3% alcanza el tipo de vida que sueñan.
Sólo los aviones saludables consiguen el nivel de potencia suficiente para ascender hacia los cielos.
Sólo las personas más saludables y disciplinadas logran alcanzar las cosas que se proponen.
Desde que nacen los humanos están expuestos a una alimentación anti fisiológica que los va debilitando poco a poco hasta acabar con su salud.
Y sin salud no se hace posible el tan ansiado "ascenso".
Sólo una minoría tiene esa reserva de poder personal que algunas veces es genético y otras es creado por la propia iniciativa.
Este profundo cansancio físico y mental no puede ser revertido por la cirugía o la farmacología.
Ni siquiera por la homeopatía o los remedios florales.
La única forma de revertir este estado de cosas es mediante una profunda comprensión de las Leyes que regulan el Universo.
Estas leyes se han enseñado durante miles de años en las culturas más avanzadas del mundo.
Pero últimamente han sido reemplazada por la "ciencia" y a partir de ese momento la humanidad ha caído en una profunda incertidumbre.
El humano es un ser con un potencial infinito.
Pero la religión lo convierte en un pecador.
Y la ciencia médica en una máquina biológica que se deteriora.
Pero a pesar de todo seguimos siendo seres magníficos, creados e impulsados por una voluntad y una inteligencia sin límites.
Sólo necesitamos despertar y reclamar lo que es nuestro.
Mientras comenzamos un apasionado estudio de las leyes universales.

-Martín Macedo-

Tres cuartas partes de nuestro cuerpo es agua



Tres cuartas partes de nuestro cuerpo es agua.
Por miles de organismos.
El agua se recicla eternamente.
El agua de la Tierra es un millón de años más antigua que el Sol.
Su edad es de aproximadamente 4.600 millones de años.
Decimos que tal o cual persona es muy sensible.
O muy sentimental.
Pero la sensible no es la persona sino el agua que está en la persona.
Las personas aparentemente duras e insensibles.
Son extremadamente sensibles porque están hechas de agua super sensible.
Como el agua es sagrada.
Todo lo que la contiene es también sagrado.
Los vegetales son sagrados.
Los animales son sagrados.
Tu enemigo es sagrado porque está hecho de agua sagrada.
Para transformar nuestra vida tenemos que primero transformar la calidad del agua del cuerpo.
La sangre lleva la medicina o el fármaco a todas las células.
Y dentro de la célula también hay agua sagrada.
Podemos cambiar la información que contiene el agua de nuestro cuerpo.
Con palabras poderosas.
Con música de alta calidad vibracional.
Con alimentos de alta calidad biológica preparados por manos expertas que amen la cocina.
Pero quien le declara la guerra a una enfermedad que está en su cuerpo.
Se encuentra como un país que está pasando por una guerra civil.
Odia una parte de su cuerpo.
Está en conflicto con una parte de su cuerpo.
Pero como el agua es una.
Se contaminará con esas emociones.
Aunque prenda inciensos.
Y observe una dieta de excelente calidad.
Sus progresos serán muy lentos y difíciles.
Porque donde hay conflictos no hay amor.
Y donde no hay amor no puede haber salud infinita.
Reflexión para el día mundial del agua.

-Martín Macedo-