martes, 12 de marzo de 2024

El yin y yan siempre están juntos

 Nuestra filosofía se basa en la comprensión de que yin y yang siempre están juntos.

Son inseparables al punto de que no pueden existir el uno sin el otro.
Yo existo porque tu existes, le dice yin a yang.
Y yo no puedo existir sin ti, de dice yang a yin.
Por eso te amo, porque eres la causa de mi vida.
Yin y yang se aman y cuando uno aumenta el otro también aumenta.
Si uno se enferma el otro también se enferma.
Lo femenino es yin.
Lo masculino es yang.
Observemos una mano, nuestra propia mano; una cara es yang y el dorso de la mano es yin.
Si la palma se lastima, sufre toda la mano, sufre la otra cara.
Porque toda la mano está en peligro.
La mano es un buen ejemplo de yin y yang.
Si la palma se hace hermosa el dorso también lo hará.
Si el dorso recibe luz solar y se pone fuerte, la palma también recibirá este beneficio.
No debe haber conflictos este la palma y el dorso, ni entre hombres y mujeres.
Es como una guerra civil, todo el país sufre.
Todos pierden, nadie gana.
Creen que ganan pero es un gran engaño, una falsa esperanza.
Si los padres pelean los niños sufren.
Si los padres se aman los niños se sienten seguros y los mismos padres estarán felices viendo cómo su amor beneficia a sus hijos.
Yin y yang siempre están juntos, existen juntos, crecen juntos o se destruyen juntos.
Todos tenemos esas dos fuerzas yin y yang.
Todos tenemos un joven y un viejo.
Todos tenemos un sabio y un tonto.
Todos tenemos un oriental y un occidental.
Todos somos maestros y al mismo tiempo discípulos.
No podemos dejar de ser tontos ni dejar de ser débiles.
Si elimino de mi vida el pecado también elimino la virtud.
Porque sin pecado no hay virtud.
Sin tonterías no puede haber sabiduría.
Tampoco enfermedad y salud.
Todos somos sanos y enfermos al mismo tiempo.
Masculinos y femeninos al mismo tiempo.
Lo que cambia de uno a otro es la proporción.
Todos somos un poco tontos; aunque lo escondamos no podemos evitarlo.
El problema es cuando somos demasiado tontos.
O demasiado débiles.
Porque yin y yang no están en equilibrio, sino que cambian todo el tiempo, como la luz y oscuridad del cielo a lo largo del día.
Los grandes vendedores apelan a ese lado tonto que todos tenemos para vendernos sus invenciones.
Nos venden la idea de que necesitamos colágeno.
Que nuestro nivel de B12 está muy baja.
Necesitamos complejo B, magnesio, vitamina D y que necesitamos bajar el colesterol.
Nuestro lado tonto se deja convencer y compramos todo eso en la farmacia durante toda nuestra vida.
Pero no debemos ser tan tontos.
Porque nuestro lado inteligente nos muestra claramente que todo esto es creado por nuestro cuerpo, por nuestra biología a través de la naturaleza, el alimento de calidad y nuestras actividades.
Como todos somos un poco tontos estas industrias nos venden lo que no necesitamos.
Pero cuando la proporción de razón e inteligencia sea mayor, dejaremos de consumir falsificaciones de todo aquello que nuestra biología provee en cantidad y calidad infinitas.

-Martín Macedo-

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