Aprendiendo a escuchar
La Luz está siempre enviándonos mensajes.
Algunas veces simplemente no sabemos cómo escuchar.
Pasamos tanto tiempo
hablando o pensando en lo que vamos a decir enseguida que muchos de nosotros no
estamos conscientes de lo que ocurre a nuestro alrededor.
El ejercicio
de hoy es simple. No hables por unas cuantas horas. (A menos que,
por supuesto, estés en una situación de emergencia).
Cuando nos
silenciamos, no sólo escuchamos mejor a las personas a nuestro alrededor, sino
que escuchamos mejor la voz de nuestra alma.
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