Es la naturaleza humana permanecer donde
estamos, continuar haciendo lo que siempre hemos hecho o imitar lo que nuestros
amigos y nuestra familia hace, ya sea ir al mismo restaurante en lugar de probar
algo nuevo o asistir a la fiesta sólo porque todos los demás irán; este espacio
es nuestra zona de comodidad.
Nuestra zona de comodidad incluso
puede aplicarse en el área de nuestra espiritualidad. A menudo escogemos un
camino espiritual porque es una corriente popular a seguir, una moda pasajera
que todos nuestros amigos están probando.
Pero la espiritualidad no se trata
sobre conformarnos con lo que todos los demás están haciendo para sentirnos
aceptados.
Embarcarse en un estilo de vida espiritual es embarcarse en un
camino de cambio interno, un camino que requiere que nos sintamos incómodos para
que podamos conectar con nuestro mayor potencial y con la Luz que viene del
interior.
Liberarnos de la vida con la que nos sentimos familiarizados es
muy difícil y vencer tal dificultad es exactamente la razón por la cual tanta
Luz puede ser revelada a partir de ello.
Por supuesto que no podemos esperar
volvernos una persona completamente diferente en un día pero podemos estar
conscientes de la importancia de dar pasos diarios hacia el cambio.
Esta
semana, has cosas nuevas. Acércate a un extraño que pienses que sería la
última persona de quien te harías amigo y conéctate con él/ella.
En el momento preciso en que una persona escoge salir de su zona
de comodidad, La Luz del Creador se conecta con él o ella.
Cuando
nos liberamos de nuestra zona de comodidad nos liberamos de nuestras
limitaciones y nos adentramos en el espacio de Luz y posibilidades
infinitas.
(Kabbalah con pequeños ajustes)
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