viernes, 4 de noviembre de 2016

La Mirada de la Responsabilidad Extrema: Anclajes y Formas de Ser

Te propongo, a modo de ejemplo, reflexionar sobre 8 anclajes [2] que te permita priorizar sus correspondientes 8 formas de ser[1]. No te inhibas al momento de generar los anclajes y formas de ser que tú crees que requerís en este momento de tu vida.

INTEGRIDAD
ANCLAJES
FORMAS DE SER
CAUSA Y EFECTO Y LIBRE ALBEDRÍO
RESPONSABLE EXTREMA
VOLUNTAD
COMPROMETIDA/O
AMOR
HONESTA/O
MOTIVO INTERIOR
ENCANTADOR/A
GANAR/ GANAR
RECIBIR PARA COMPARTIR (DADOR)
RESTRICCIÓN
ABUNDANTE
CONTUNDENCIA
ARRIESGADO

Forma de ser responsabilidad extrema
La responsabilidad extrema es la principal forma de ser. Es fundamentalmente un estado de conciencia que propone desarrollar esta tecnología, el anclaje de la misma es el principio de Albedrío y la ley de Causa y Efecto. Es decir la forma de ser responsable que te estoy proponiendo está conectada con la certeza de que somos la causa de todo lo que estamos recibiendo.

También es fundamental destacar que todas las formas de ser mencionadas y sus respectivos anclajes requieren estar  enmarcadas en los conceptos de responsabilidad extrema e integridad.

Integridad

En cada instante decidimos entre la INTEGRIDAD o  ¨DES-INTEGRIDAD”, no existe una tercera posibilidad. Sin embargo el concepto de INTEGRIDAD que tienden a tener los seres humanos, no se acerca al concepto de INTEGRIDAD que comprende y propone el UNIVERSO.

La INTEGRIDAD es todo aquello  que genera una energía y vibración “limpia”, genuina, armoniosa, fresca y despejada que honra la vida.

La DES-INTEGRIDAD es todo aquello que genera una energía y vibración nociva, turbia, forzada, desarmonizada, tóxica y deshonra la vida.  

Anclaje de causa y efecto y albedrío

Tanto el principio de causa y efecto, el ejercicio del albedrío como la responsabilidad extrema van más allá de que nuestra certeza o incerteza de las mismas, son en tanto se trata de  principios universales.

CAUSA Y EFECTO, simplemente requerimos recordar lo que ya sabemos: para cada causa hay un efecto. CAUSA (sust.): “Algo o alguien que genera un evento y/o   que es responsable de un determinado resultado”,  “Aquello que se considera como fundamento u origen de algo” EFECTO (sust.). “Un cambio o un estado cambiado que generamos como resultado directo de una acción de alguien o algo”. Aquello que sigue por virtud de una causa.[3]

De esta manera incorporamos la certeza de que no existe la mala ni la buena suerte, no existen las casualidades, los accidentes, las injusticias, ni las víctimas. Creer que el mundo es de esta manera es la desconexión mayor de los seres humanos con su propia responsabilidad.

Para realizar las transformaciones en nuestras vidas requerimos identificar la o las causas reales de aquello que nos perturba y comprender que somos quienes lo estamos creando al ejercer de manera consciente o inconsciente el  máximo poder que nos fue otorgado a los seres humanos: Albedrío.

Requerimos simplemente identificar cuál fue la decisión que creó el efecto recibido, no hay efectos (eventos) “malos” ni efectos “buenos”, simplemente son el resultado de nuestras decisiones (Integras o Desintegras) y para cada evento generado requerimos preguntarnos ¿por qué y para que los genere? El por qué te explica, el para que te abre a nuevas oportunidades de transformación.

Los seres humanos somos responsables de todos los Quiebres que recibimos, los que nos restan y los que nos suman: de todos, hasta de aquellos que parecieran no tienen que ver con nosotros y se ven reflejados en uno o más QUIEBRES[2], que cortan nuestro fluir e inciden en nuestros  resultados”.
De víctima a responsable en estándares de integridad

De este principio se desprende que la Mirada de la Responsabilidad Extrema propone transitar del lugar de “la víctima” al lugar del “responsable”. Esta interpretación remueve radicalmente cualquier atisbo de lo que la autora de “El poder de elegir”, Annie Marquier,  define como “Victimitis”, lugar de “comodidad” donde evitamos absolutamente asumir responsabilidad de cada evento que recibimos.

El paradigma de la irresponsabilidad es el dominante, producto de la desconexión que tenemos con nuestro propio poder, resultado de vivir desconectado de la unidad básica de los seres Humanos: Alma-Mente –Cuerpo. Al separar esa unidad generamos la “ceguera” de saber que todo habita en nosotros y que el Albedrío es la capacidad distintiva de los Seres Humanos sobre cualquier otra vida física que habita nuestra Madre Tierra.

En esta desconexión ha primado el principio cartesiano “Pienso luego existo”. En este trayecto civilizatorio gran parte de la humanidad se ha polarizado, separado de los demás  y de sí mismo renunciando a su capacidad de crear su propia realidad, de existir a partir de saber quién Ser para después hacer y por último Tener en conexión y Unidad con el Todo.

A partir de los estudios de la física especialmente de la física cuántica ya no caben dudas de que somos energía en diferentes estados. Estos estados van a depender en gran medida, del estilo de vida que desarrollemos, de qué tan alineada se encuentre nuestra unidad básica a las leyes universales, en qué grado y nivel seamos conscientes de que estamos constituidos por la misma composición atómica del todo el Universo.

Entonces,  que en uno o varios actos de humildad renunciemos a las lógicas del  humano, el mundo de los 5 sentidos,  para alinearnos a las lógicas y leyes Universales, sea cual sea el camino de religarnos que escojamos para Ser Humanos. Desde el paradigma de la Mirada de Responsabilidad Extrema planteamos una forma de pararnos en el mundo desde la certeza de que somos creadores de nuestra realidad. A partir de la presentación y fundamentación de la forma de ser priorizada por esta tecnología desarrollaremos las siguientes 7 formas del ser coadyuvantes a esta primera.

Formas de ser y anclajes

COMPROMETIDO.

La noción de compromiso que maneja este paradigma hace referencia a un ser humano que hace todo lo que se requiera hacer y está dispuesto a atravesar lo que requiera atravesar para alcanzar los resultados propuestos y todo ello en estándares de integridad. El anclaje de esta forma de ser es la VOLUNTAD.

VOLUNTAD es definida como una fuerza que nos da la capacidad de deliberar de manera consciente sobre los motivos que promueven o detienen la acción y la decisión de poner en práctica los actos que se requieran de mí para el logro de los objetivos, ejecutarlos y asumir las responsabilidades sobre los mismos.

Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica. La VOLUNTAD es la fuerza imparable que nace y sale desde nuestro vientre. Es la capacidad que, como seres humanos tenemos, para que nuestras acciones sean coherentes y consistentes con nuestras intenciones y entonces elegir nuestra conducta, las formas de ser que requerimos acezar para causar y generar lo que verdaderamente deseamos y partir de ahí, verle el valor a COMPROMETERNOS con aquello que decimos es genuinamente (no egocéntricamente) importante para nuestra vida.

HONESTA/O

El estándar de honestidad planteado hace referencia a un ser humano que honra a los demás siendo directo en lo que ve y vibra  desde su interpretación de sí mismo y de los otros seres humanos.   El anclaje de esta forma de ser es el AMOR INCONDICIONAL RESPONSABLE. Para referirnos al Amor incondicional responsable citaremos a Annie Marquier:

“El amor del corazón no es una emoción, es un estado de conciencia inteligente que nos permite vivir desde el corazón, en unión con nuestra naturaleza divina en la profunda unidad con todo lo que existe.”

Amar en este paradigma está relacionado con honrar al otro ser humano y no evadir por complacencia información acerca de sus formas de ser que no le están funcionando y por lo tanto lo/a están alejando de su mejor versión. En oposición al paradigma actual en el cual ser honesto y directo se interpreta muchas veces como una falta de respeto,  este nuevo paradigma legitima una nueva forma de amor basada en el estado de conciencia inteligente del amor incondicional responsable.

Cuando es Amor Incondicional responsable, simplemente amamos, damos sin esperar nada a cambio, el Universo se encarga de darnos lo que regalamos, siempre. Cuando no es incondicional, damos para controlar, para obtener algo a cambio, algo de lo que sentimos que carecemos, es un “amor” camuflado por el EGO.

ENCANTADOR/A

Para generar todo aquello que deseamos legítimamente en nuestra vida, requerimos encantar a alguien. Para generar un amor genuino, para generar las relaciones que deseamos con las personas de nuestra vida, para atraer o plasmar el trabajo que verdaderamente deseamos, para generar adeptos a nuestras propuestas, para todo, insistimos, requerimos encantar a alguien. 

Encantar es una conexión entre seres humanos donde el o la encantadora es el espejo del otro, es influencia para el mundo. Un ser humano encantador está centrado en recibir para compartir, se posiciona desde la plataforma del ganar/ganar porque comprende al mundo como un lugar abundante donde hay de todo para todas y todos.  Conecta y comparte con los demás seres humanos viéndolos en su mejor versión. El anclaje es el MOTIVO INTERIOR.

El motivo interior es la intención que impulsa lo que hacemos y desde donde desarrollamos la forma de ser Encantadoras/es. El motivo interior puede ser un “capricho” [4] o realmente un genuino enfoque en nuestras legítimas pretensiones y en las legítimas pretensiones de los demás.

Es sumamente íntimo y altamente vibracional, el motivo interior no se lee solo en las formas sino que también requerimos conectarnos con el para qué estamos desplegando la forma de ser encantador/a. Te propongo desarrollar esta forma de ser para crear lo que está faltando en el mundo y en estándares de integridad, es decir que su objetivo y acciones honren la vida.

Ésta forma de ser requiere estar profundamente anclada en un motivo interior que visualicemos con claridad para hacer incluso lo que nos empuje fuera de los límites de nuestra zona de confort, o sea de aquello que nos es conocido porque es lo que sabemos hacer y ser hasta el momento.

RECIBIR PARA COMPARTIR (DADOR)

Esta es otra de las formas de ser destacada por ésta tecnología. Se caracteriza por la generosidad en su máxima expresión, pero fundamentalmente con la RESPONSABILIDAD de saber que somos canales expansivos de todo aquello que recibimos porque lo estamos generando. En el acto de compartir estamos expandiendo la energía que mueve al mundo, promoviendo que otras/os reciban también para compartir. Un ser humano que está parado en la plataforma de RECIBIR PARA COMPARTIR, tiene la tendencia de llegar a un lugar y  preguntarse: “Qué está faltando acá y que puedo y tengo yo para dar, para aportar, para crear y para que esto que está faltando, deje de faltar...”. El anclaje de ésta forma de ser es el GANAR/GANAR.

GANAR-GANAR: Una persona parada en el cuadrante de Ganar/Ganar comprende que el universo es un lugar potencialmente abundante, hay de todo para todos; para lograr lo que legítimamente deseamos. No requerimos que nadie pierda, salvo que en nuestra desconexión interpretemos al universo como un lugar escaso, donde solo se puede ganar si otras personas pierden.

Sin embargo requerimos tener presente que a veces para ganar requerimos estar dispuestos a perder y en algunas ocasiones, estar dispuestos a perderlo TODO para finalmente ganar, implica no conformarnos con menos de lo que lo que  legítimamente merecemos y en estándares de integridad.

ABUNDANCIA: Una FORMA DE SER, UNA CERTEZA DE CÓMO SER Y ESTAR EN EL MUNDO. Proviene de la familia de FORMAS DE SER de la SEGURIDAD.

Los seres humanos parados en la abundancia tiene la habilidad de hacer más con menos, adelantarse y estar atento a los detalles es su sello de distinción, vive a largo plazo y está siempre atento al AQUÍ Y AHORA, se organiza a través de planificaciones trabajables y tiene habilidad en el Arte de coordinar acciones, sabe hacer peticiones y delegar, tiene claridad en su discurso y es honesto y concreto.

Parte de la certeza que puede y quiere tener todo lo que realmente es importante para su vida -realmente importante, no caprichos ni banalidades- y que todo lo que recibe está directamente relacionado con lo que emite y por lo tanto todo lo que recibe es perfecto. El anclaje que corresponde a ésta forma de ser es la RESTRICCIÓN.

RESTRICCIÓN: Los seres humanos disponemos del  albedrío para RESTRINGIRNOS a la energía placentera producida por el impulso reactivo. Pero el albedrío puede darse sólo si algo enormemente influyente quiere persuadirnos para que no ofrezcamos resistencia; ahí recide el propósito del Ego y de los obstáculos que éste pone en nuestro camino. Restringir nuestros impulsos reactivos crea una energía de Integridad duradera.  El comporta-miento reactivo crea intensas chispas de una supuesta energía que pareciera nos da poder, pero termina dejando una energía des-íntegra  inmediatamente después¨

Hay una línea muy fina entre reprimir nuestras emociones y apagar nuestros sistemas reactivos. La Restricción crea una lucha momentánea, pero casi inmediatamente llega la calma y la claridad. Por otra parte, el reprimir las emociones genera estrés a largo plazo. Lentamente, las emociones reprimidas toman fuerza.
PROACTIVIDAD

Es otra de las formas de ser privilegiadas por éste paradigma. Ante todo, es el acto de alejarse de los impulsos reactivos, ya que no hay manera de que estemos conectados con la pro actividad a menos que nos alejemos de esos impulsos. Sin la conducta proactiva nada funcionará para nosotros, por más que tengamos información y creamos que tenemos los suficientes instrumentos para que funcione. No comprender que el punto está en la PROACTIVIDAD es no comprender donde está el PUNTO. Cuando parece que súbitamente recibes algo que no te agrada, dar un paso atrás y parar y no reaccionar es el punto a comprender. Esto no quiere decir aceptar las circunstancias. Si alguien te da una bofetada, puedes en realidad devolver la bofetada, pero esto no significa un nivel de conciencia, por encima de la mera reactividad. Los instrumentos de este paradigma realmente funcionan, pero no funcionan sin la conducta proactiva. Su anclaje es la CERTEZA

La CERTEZA es saber que todo lo que recibimos está directamente relacionado con lo que emitimos y que por lo tanto todo lo que recibimos es PERFECTO y no podría ser de otra manera dado la energía residual que hemos creado hasta el momento. Simplemente conectamos con la certeza de que es perfecto porque confiamos plenamente en el orden del universo establecido por la ley de causa y efecto, de lo contrario no lo estaríamos recibiendo.

ARRIESGADO

Así como la Responsabilidad Extrema es el “leitmotiv” de todo este paradigma, ésta forma de ser, es la que distingue a unos seres humanos del resto, que finalmente no se atreven a realizar esa reingeniería  radical en sus vidas. La mayoría de los seres humanos tienen tanto miedo a perder y a no lograr lo que verdaderamente desean, que se quedan anclados en la energía  de ¨Jugar a no perder¨, otros solo lo hacen bajo la energía de ¨solo jugar¨  pero sin saber a qué juegan, mientras que también están los que lo hacen a partir de la energía de ¨no jugar¨ a nada. El dicho ¨el que no arriesga no gana¨ tiene una ¨verdad¨ en su contenido contundente.

Las personas arriesgadas saben que atrás de cada acción de riesgo y donde evidenciamos que estamos dispuestos a perder para ganar, independiente del resultado, saben que hay un resultado que amplía la confianza y seguridad en ellos mismos, recibiendo y generando una energía estimulante en todo su ser. Solamente aquellos que arriesgan, terminan generando resultados contundentes. El anclaje que le corresponde es la CONTUNDENCIA.

La CONTUNDENCIA es una energía consciente, potente y arrolladora que coloca a la persona en una plataforma de convicción absoluta ante aquello que legítimamente desea.




[1]Las formas de ser son manifestaciones del Ser (el Ser no tiene formas), cuando estas están alineadas a los estándares de integridad que propone la Mirada de Responsabilidad Extrema. A los efectos prácticos de esta guía haremos referencia a formas de ser que podrán ser comprendidas y re-aprendidas en éste estándar.

[2] Definimos al Quiebre como a ese instante en el que un evento genera un cambio o detiene el fluir automático en el que estamos transitando. Lo fundamental para que este giro en el devenir emerja como figura a ser interpretada (Quiebre) es nuestro estado de conciencia, el que puede distinguir que estamos generando un resultado que nos suma o  nos resta en este aquí y ahora. Es ideal para quien está en proceso o a experimentado una reingeniería humana, que el Quiebre vaya acompañado del ECO, el eco es el insight, el instante de  darnos cuenta del mensaje que explicita el Quiebre y del por qué y para que generamos ese Quiebre.

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