Cuando uno realmente se involucra en el proceso de aprender o ejercer la Biodescodificación, es requisito indispensable, alejarse de patrones establecidos de creencias. Un biodescodificador debe pensar más allá y, además, contar con una apertura mental libre de prejuicios, tabúes o religión. La biodescodificación se basa fundamentalmente en Energía, y dado que todos somos energía, estudia la manera en que dicha energía va traspasando generaciones y va también, afectando nuestro entorno. Cambias tú, cambia tu vida, tu pareja, tu familia, tu lugar de trabajo, tus hijos y así es como poco a poco, cada célula de nuestro cuerpo, va sanando o enfermando.
Y si todos somos energía, y si nuestro paso por ésta vida es temporal, estamos determinados por ondas electromagnéticas, neuronas, cuántica y emociones, que no son más que “energía” pasando por nuestro cuerpo. Muchas personas, no logran comprender cuál es la relación entre que yo haga un coraje y tiempo después me diagnostiquen cáncer de estómago.
Pues bien, imaginen que cada emoción, provoca una cierta frecuencia y cantidad de “electricidad” en el cuerpo. Ahora imaginen, que su cerebro, es un centro de control con botones que representarán a todos los órganos de su cuerpo. Imaginen ahora, que dichos botones, necesitan electricidad para estar en “verde” todo el tiempo y que pudieran a ponerse en color “rojo” si hay muchos altibajos emocionales. Bien, ahora, en nuestra mente, ya tenemos claro que el cerebro, es un tablero con botones encendidos en color verde y a veces, en rojo, ¿me siguen?
Volvamos al ejemplo del coraje y el cáncer de estómago. Yo vivo día con día, con el botón de mi estómago en verde, subo, bajo, voy, vengo, y mi botón del estómago, está en verde. Llega de pronto en mi vida, una temporada en que tengo 3 trabajos, tengo problemas en mi casa, no tengo tiempo para mí. Toda la familia me necesita, no puedo fallar. Corro todo el tiempo, no duermo bien. No como bien y mi vida es un completo caos. Mi botón del estómago se torna rojo, alerta, soy vulnerable, pero, bien que mal, sigue funcionando. Una noche, llego a mi casa, tardísimo como siempre, y mi esposo está peleando en la cocina con mis hijos. Todos gritan y dicen que es mi obligación hacer la cena. Yo exploto de coraje, porque no puedo creer que no me ayuden, que esas personas por las que lucho, aún exijan más.
Seis a ocho meses después, me diagnostican cáncer de estómago. El botón del estómago, ubicado en mi cerebro, recibió tal cantidad de electricidad (emoción fuerte y negativa), que se quemó. Ya no funciona, está apagado. El impacto emocional (electricidad), no se recibió en el estómago (por eso no importa lo que yo comí o bebí), la parte de mi cuerpo que recibió el impacto emocional, fue mi cerebro, específicamente, en el botón que controla el estómago. Y el cerebro, es mente, son recuerdos. ¡Es por eso que nunca me cansaré de decirles, que la solución está en tomar CONSCIENCIA! Porque mi problema de estómago no se va a resolver con AMOR, QUIMIOTERAPIA, o MEDICAMENTOS. Mi problema de estómago, estará en mi cabeza, en mis ideas, en mi comportamiento, en mis pensamientos, en mis miedos. ¿Siguen conmigo?
Aquí, ya tenemos claro que cualquier emoción negativa fuerte, es capaz de provocar en mi cerebro, un impacto emocional. Esa emoción, es capaz de quemar el botón específico, de un órgano específico. Y he aquí, de paso, la explicación del por qué no existen las metástasis en los casos de cáncer. Porque un impacto eléctrico (emoción), no puede, nunca jamás, fundir dos focos a la vez, dañar dos focos a la vez. Una emoción – una descarga eléctrica – un órgano dañado. Por lo tanto, lo que los médicos llaman metástasis, no es más que emociones diferentes, da vivencias diferentes, dañando simultáneamente a dos órganos diferentes (o tres o cuatro, o los que sean).
Ahora bien… ¿cuál es la magia de la toma de consciencia?. Resulta, que como para nuestro inconsciente, no hay tiempo, toda vivencia emocional negativa, que haya impactado esa zona específica del cerebro (botón) y que provoque, que yo presente, una enfermedad en ese órgano específico, se estará viviendo, desde el día en que ocurre, y hasta el día de hoy, como “reciente”.
Y es esa la razón, por la que es NECESARIO tomar consciencia (pensar, recordar lo que ocurrió en nuestra vida). Tomar consciencia, en biodescodificación es sinónimo de “vete a sentar e intenta recordar qué viviste y qué emociones emitiste (electricidad), para dañar ese botón que indicó el órgano que iba a enfermar”. Encontrar, localizar, recordar, ese hecho emotivo que nos hizo enfermar, es la clave para “superar” el impacto emocional, para asimilarlo, comprenderlo, soltarlo. Sí, aunque no lo crean!. Es así de simple y así de fácil.
Encontrar el conflicto emocional, en el hecho vivido, es lo que sana. Expresar lo que realmente sentimos en dicho momento, es lo que sana. Es lo único que logrará, poner el botón fundido en color verde nuevamente. Sanar entonces, es así de sencilla o así de complicada, porque un gran número de personas comienzan con pretextos y excusas para no hacerlo. Y finalmente, si no se sienten capaces de pensar o recordar, mucho menos, de querer sanar.
Y es su inconsciente, el que tiene el bloqueo, algo dentro de ellos les dice: permanece enfermo, te conviene, mira cómo te ponen atención, mira cómo te cuidan, sigue enfermo. Repito, la solución para cualquier síntoma o enfermedad, está en sentarte a pensar única y exclusivamente, qué emoción viviste, sin únicamente enfocarte en conflictos fuertes. Deberás tomar en cuenta todo lo vivido recientemente si tu síntoma es sencillo o todo lo vivido de 8 meses para acá, si tu síntoma es grave.
¿Esto por qué? Porque, habremos de pensar también, en que podemos es estar cargando, un conflicto ya programado, que, en nosotros, sólo espera un pequeño impacto emocional para detonarse (qué tú enfermes). Es por eso, que la Biodescodificación, analiza tanto la vida presente, como la vida de las generaciones anteriores, para localizar el conflicto emocional (electricidad), que originó el síntoma.
-Akasha Sanación Integral-
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