sábado, 3 de marzo de 2012

Corrección Espiritual: un camino para la autotransformación

Cada uno de nosotros llega a este mundo con un propósito específico que es únicamente nuestro, así como un propósito general que todos compartimos que algunos llaman “nuestra corrección espiritual”. 

Lo creas o no –va más allá de nuestras creencias porque las cosas se generan de todas maneras- nuestra vida se va formando por situaciones y eventos (quiebres que sumaron o restaron) acumulados de vidas anteriores. 

Re orientar estos sucesos es nuestro trabajo aquí. Transformar y limpiar este “equipaje” es la forma en que alcanzamos nuestra corrección y, en última instancia, nuestra perfección.  

Hay dos caminos para lograrlo. El primero empieza con el despertar de la conciencia preguntándose: “No soy la persona que quiero ser. No puedo ser alguien que vive meramente tomando de los demás; seré alguien que da”. 

Como resultado de esta comprensión, empezamos nuestro trabajo espiritual.  ¡Esto es un logro en sí mismo! Tomar la decisión de cambiar representa un gran paso hacia delante. 

Nuestra naturaleza como seres físicos es ser dominados por el Deseo de Recibir Sólo para Uno Mismo. Apartarnos de este enfoque es en realidad bastante asombroso, y no lo genera todo el mundo.

La otra forma de completar el trabajo es a través de los aconteci-mientos externos y sus efectos. Si no llegamos a ver nuestra momento para cambiar, finalmente se nos requerirá que lo hagamos a través del dolor y el sufri-miento. El universo nos pegará fuerte como efecto de nuestras acciones. 

De una u otra forma, al final llegaremos y acabaremos el trabajo, si no en esta vida, entonces en una futura; pero una persona que ha elegido cambiar conscientemente revela más Luz y bendiciones para ella misma y para el mundo que una que meramente reacciona a fuerzas externas

En este mundo se nos da una simple elección: la auto transformación o el sufri-miento.  ¡Ninguna de estas opciones es fácil! Cualquier cosa que merezca ser vivida  es siempre complejo atravesar, pero cuando elegimos nuestra propia transformación erradicamos el sufri-miento, no sólo de nuestra vida, sino del mundo entero.  

Recuerda que aquello que te resulte más difícil hacer es lo que viniste a este mundo a corregir. Recuerda que los momentos en los que más quieres ser reactivo, “¡Este es mi momento! ¡Esta es mi hora para brillar!”; sólo en estos momentos tenemos la rara oportunidad de liberarnos de la esclavitud de nuestras encarnaciones previas.

Muchos tenemos la CERTEZA –empírica, concreta, pragmática- de saber que el sistema funciona y debido a que funciona, estamos en el lugar adecuado ahora mismo, independientemente de lo que aparezca en el exterior.  Y como estamos en el lugar adecuado, en el momento adecuado, a cada momento, decides estar bien donde estoy, “pase lo que pase”. 

Saber que para lograr aquello que realmente quieres, que realmente es importante para ti, es determinante comprender que requieres pagar un precio o precios emocionales, por eso es tan importante, por eso es realmente lo que quieres, nunca y eso quiere decir nunca, lo vamos a obtener si no pagamos el precio que el universo comprende que requerimos pagar. Lo del principio, el camino de la auto transformación es transitar por "nuestra corrección espiritual". 

No existe la espiritualidad de medio tiempo. Cada momento es un momento espiritual. Cada cosa, cada momento, cada respiro que tomamos tiene el único propósito de perfeccionar nuestras almas. No hay que dejar de participar, formar parte de este mundo físico. Para nada. Lo que si es certeza que nuestra meta es alcanzar esa perfección, mientras que todo lo demás es solamente el medio por el cual podemos alcanzar esa meta.

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