domingo, 12 de junio de 2011

Nunca es demasiado tarde para cumplir la promesa de tu alma

¨CUANDO TE DES CUENTA CUAN PERFECTO ES TODO, INCLINARAS LA CABEZA HACIA ATRÁS Y REIRAS A CARCAJADAS¨
Don Buda
 
Un domingo de junio, me levanté temprano sobresaltado por un sueño (me reservo de hacerlo público) revelador de mi propia sombra donde se evidenció un tema que de no superarlo, trabajando con responsabilidad, coraje y voluntad, no creceré espiritualmente y no obtendré Luz en mi vida.

Aún se pueden observar estrellas en un cielo oscuro y nuboso. La mayoría de los vecinos duermen sabiendo que el universo nos regaló este día para que a partir de vivenciar pequeños-grandes placeres, levantarse más tarde de lo común (sin estar observando el despertador a cada minuto), un mate con la patrona en la cama, interaccionar con nuestros hijos o nietos (presencial o virtualmente como es nuestro caso), el diario dominical un poco más gordo que los días de la semana, sin tiempos, ni urgencias, salir a caminar o jugar algún deporte alternativo, pasear despreocupados a la mascota, pero sobre todas las cosas reafirmando que seguimos siendo seres humanos y no robots y que guardamos sigilosamente un monto considerable de vida en nuestra alma. 

Reconozco que esta situación no la vivimos todos por igual. Escucho ruidos de viejos camiones cargados con cajones de verdura y fruta señal que un grupo de trabajadores están preparando la feria dominical para que algunos "privilegiados" podamos alimentarnos, a costos accesibles, con lo mejor de nuestra producción; del mismo modo los que atienden un tambo que obviamente no pueden dudar si ordeñar o quedarse entre las tibias sábanas; los guardias de seguridad que no pueden ni pestañear en cumplimiento de la responsabilidad encomendada; el personal de un hospital entregados a la misión de cuidar vidas; aviadores/as quienes se encargan de trasladar ilusiones y expectativas, entre miles de profesiones que podríamos mencionar en este espontáneo listado. 

Quiero enfatizar que, al tomar contacto con lo más obvio de nuestra vida cotidiana y darle el valor que se merecen, tenemos la posibilidad de tomar conciencia que nuestra sensibilidad está intacta y que nuestra alma esta ahí pidiendo a gritos que la despertemos, le demos vida. Que tú y yo y todos nacimos para hacer algo en este mundo que sólo cada uno de nosotros puede hacer siendo conscientes que hay fuerzas (ocultas y no tanto) más fuertes que nuestros sueños intentando impedir que lo vivamos con intensidad.

Pero nunca es demasiado tarde para cambiar. A menudo estamos bombardeados por nuestros propios pensamientos y creencias limitantes, las cuales nos mantienen estancados en el mismo lugar porque somos “demasiado mayores", "demasiado incultos", "demasiado pobres”.  Este tipo de evaluación mental viene de nuestra "sombra"  cuyo único propósito es plantearnos desafíos para que los superemos. Cuando ponemos excusas, nuestra "sombra" se fortalece y agranda y se anota un punto en el marcador.

Nunca es demasiado tarde para perseguir un sueño. Inyectemos entusiasmo en lo que se ha convertido en una rutina sin sentido. Transitemos por nuevos caminos por las que, por miedo, no nos hemos animado a transitar. Los kabbalistas enseñan que nuestras esperanzas y nuestros sueños vienen del nivel del alma, por lo que conectándonos con esos sueños estamos revelando Luz en el mundo.

Nunca es demasiado tarde para reír.

Así que, esta semana, recuerda que ya signifique encontrar ese amor veinte años más tarde de lo que imaginaste, re-significar y renovar un amor de treinta años al nuevo contexto, profundizar la relación amorosa con tus hijos/as, cambiar de rumbo profesional cuando la situación actual no te conforma, comenzar una nueva vida signada por el respeto y el cuidado a uno mismo, a los otros y a la naturaleza, nunca es demasiado tarde para cumplir la promesa de tu alma.

Hay magia cuando sigues luchando más allá de tu resistencia, la magia de darlo todo por un sueño, que nadie más ve, aparte de ti... [Million Dollar Baby]

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