miércoles, 13 de julio de 2022

Superalimentos

 Hoy se habla de superalimentos.

La lista la encabezan los arándanos; según algunos expertos los otros 7 más importantes son el chocolate, las naranjas, el brócoli, aceite de oliva, pasas de uva, tomate y pescado azul.
Todos deliciosos, todos llenos de nutrientes, todos con propiedades medicinales.
Pero se trata de un criterio muy parcial; la riqueza es cuantitativa, es decir una gran cantidad de vitaminas, fitoquímicos, grasas saludables y otros nutrientes.
Estos super deliciosos alimentos son en su mayoría, extremadamente yin según nuestro criterio basado en el Orden del Universo.
Pero la gente cree en los mensajes publicitarios basados en cantidad de esto y en cantidad de aquello.
Y compra y paga más porque se trata de super nutrición.
Y su salud no mejora a pesar de recibir nutrientes en cantidad.
Vivimos en una sociedad obsesionada con la cantidad.
Cantidad de vitamina C, cantidad de omega 3, cantidad de antioxidantes.
Y así hay gente tomando a diario aceite de coco en las zonas más frías de Europa debido a la creencia de que está en la lista de los favoritos.
Y si además es delicioso mejor.
Recientemente me enteré de que el profesor Kikuchi preparó un barril con 180 kg de misso de máxima calidad y lo dejó reposar durante 25 años.
Cuando se cumplió el plazo, se abrió el barril y el producto fue repartido entre los estudiantes y amigos de la escuela.
Uno de los estudiantes de Uruguay todavía tiene un poco de ese misso y lo conserva como un medicamento debido a su excelente calidad.
Cualquiera va y obtiene cocos de una palmera.
O planta arándanos y los recoge en una cesta.
Pero preparar un misso con los ingredientes de mejor calidad y conservarlos pacientemente durante tantos años muestra una comprensión mucho más profunda de lo que es un superalimento.
Cantidad es yin; calidad es yang.
Un superalimento no sólo debe aportar cantidad de nutrición sino también calidad.
Una calidad natural, una calidad que provenga de una profunda comprensión de las leyes universales.
Por eso nuestra cocina basada en el Orden de yin y yang debe producir superalimentos todos los días.
Para estas preparaciones deliciosas, todos los detalles cuentan, desde la calidad de los vegetales o semillas, hasta la actitud mental del que cocina, el tiempo de cocción, la cantidad de aceite, sal y especias aromáticas.
Y por esto nuestra cocina macrobiótica es tan apasionante y entretenida; porque estamos creando oro biológico, un tesoro de sabores magníficos y a la vez los alimentos que crean una sangre de la más alta calidad.
Alimentos capaces de curar enfermedades.
Alimentos capaces de traer la salud infinita a los que tenemos la fortuna de tenerlos todos los días en la mesa.
Alimentos que desarrollan la inteligencia y la sabiduría poco a poco en forma natural.
Alimentos que traen felicidad a quienes los toman con apreciación y conciencia de su valor infinito.
Pero también están los alimentos diabólicos que producen las enfermedades crónicas, la violencia doméstica y la tan temible arrogancia.
Arrogancia científica, arrogancia religiosa, arrogancia basada en una supuesta superioridad física.
La mayor parte de la gente elige este tipo de alimentación infernal.
Y así el mundo se convierte en un campo de batalla donde todos compiten por el pedazo más grande del pastel.
Un pastel tóxico que crea más egoísmo y más codicia.
Los que comen de este pastel usan a otros para su propio beneficio.
Se trata de un pastel que anula el juicio.
Es el poder del alimento para destruir la belleza del ser humano.
Pero nosotros enseñamos a ver la diferencia y a preparar los alimentos que crean la belleza y la salud.
Y ahí está la sabiduría práctica más importante de este mundo.
Por eso en un hogar donde no se cocina es un hogar sin alma, como un hotel donde las personas viven una vida sin sentido.

-Martín Macedo-

lunes, 11 de julio de 2022

El desapego

 El desapego duele y duele mucho...

Duele porque hay que soltar lo que amas, dejarlo ir...
Eso es lo que creemos, pero ese dolor es mental, no es dolor, es sufrimiento...
Lo que nos hace sufrir es el miedo alimentado del ego por la creencia arraigada de la posible pérdida de una posesión que no existe, que no es real...
Ya que no podemos poseer a alguien que no es nuestro, que nunca lo fue y que nunca lo será...
No nos pertenecen nuestros padres, ni nuestros amigos, ni nuestra pareja, ni siquiera nos pertenecen nuestros hijos...
Son seres libres e independientes, con su propio camino por recorrer, al igual que nosotros...
Por eso no hay que subyugar la felicidad de unos hacía los otros. Si no eres feliz tu mismo, no lo serás con nadie...
El apego es el controlador de todos los tiempos, el que te ancla en un presente ausente, sin embargo el desapego te mantiene en el aquí y el ahora...
Es soltar al otro, sabiendo que pase lo que pase...
–TODO ES PERFECTO–
Y sí, puede que eso "nos duela mucho"...
Porque hasta ahora sólo nos enseñaron que éramos alguien si teníamos posesiones, de todo tipo...
Se olvidaron de decirnos que cuanto más poseemos, más esclavos nos volvemos...
Como dijo Frida Kahlo:
"De nada sirve que la imaginación tenga alas, si el corazón es una jaula".
Por eso creo con firmeza que la independencia afectiva, es el mayor regalo que puedes hacerte, a ti y a tus seres amados...
Y cuando lo logras, entonces y sólo entonces, puedes gritar al Universo, que por fin has alcanzado la verdadera y plena libertad.
"Una vez que comienzas a avanzar hacía el desapego, ya no existe camino de retorno..."
El Desapego es desprenderme de todo con facilidad, sabiendo que nada sale de mi vida si no que todo fluye y eso genera abundancia .....

La célula no tiene ego.

 Nuestras células están guiadas por una sabiduría infinita.

La célula no tiene ego.
Todo lo que hace, lo hace con total perfección y siempre con el fin supremo puesto en el bienestar colectivo.
La célula es tan sabia que "sabe" que al cuidar a la totalidad que la sostiene se cuida a si misma.
Si cuido a la familia, la familia me cuidará a mi.
Es la expresión mas alta del amor.
Pero se trata de un proceso jubiloso, no calculado, interesado.
Sirven por el placer de servir, por la pura alegría de servir.
El primer gesto de amor de la célula consiste en cuidarse a si misma para no convertirse en un elemento que estorbe el funcionamiento del conjunto.
Y las células comen y beben como todos los organismos inteligentes.
Beben a través de la membrana celular.
Hay espacios entre las células y en ese espacio hay liquido intercelular que contiene los nutrientes que necesita la célula.
La membrana se pliega sobre una gota de liquido para beberlo; rodea la gota y cierra el orificio formando una especie de esfera que se invagina y se introduce en el citoplasma. Una vez dentro esa vacuola de nutrición "externa" es digerida por la acción de enzimas que la van reduciendo de tamaño en la medida que se van utilizando sus elementos constitutivos.
La membrana también puede devorar moléculas sólidas....por el mismo mecanismo...se pliega sobre la misma y forma una vacuola que la hace ingresar al interior como si fuera una boca que come.
Cada una de nuestras 50 trillones de células se comporta con igual sabiduría.
Cada cosa que come y bebe es cuidadosamente seleccionada para mantener la salud y la perfección funcional.
Jamás tomaría algo que la pudiera dañar.
Ni siquiera se piensa en esa posibilidad.
Ni lo piensa ni lo hace.
Pero nuestro ego siempre está pensando en la gratificación sensoria aunque ello implique dañar o debilitar nuestra salud.
El bajo juicio carece de sabiduría porque no ve la totalidad.
Esa contracción, esa estrechez es favorecida por una alimentación demasiado yang, como la que se practica en zonas muy frías donde la costumbre es tomar mucha alimentación de origen animal.
Cuanto más abundante es la porción de alimentación animal más fuerte es la influencia del juicio sensorio.
Por esa razón cuando algunos practicantes de macrobiótica hacen una dieta de 100% cereal durante 7 a 10 días, quedan automáticamente liberados de su influencia pudiendo remontar fácilmente a los juicios elevados.
Cuando la base es cereal integral se facilita el acceso a la sabiduría.
Pero cuando la base es proteína animal este acceso se bloquea en forma definitiva.
Y todas las enfermedades del texto de medicina se convierten en incurables.

-Martín Macedo-

viernes, 8 de julio de 2022

El amor se basa en cuidar al otro

 Estuve disfrutando un video de Mindalia en el cual una maestra espiritual hablaba de las enseñanzas de María Magdalena y del mensaje de amor que sus seguidores han mantenido con su máxima pureza desde los tiempos de Cristo.

Pero fueron quemados en la hoguera por herejes en el año 1321 debido a discrepancias teológicas con las autoridades del momento.
Pero la inteligencia infinita protegió esta hermosa enseñanza y su mensaje sigue con la misma pureza.
Ella considera que el amor se debe basar en cuidar al otro, pensar en el otro y esa debe ser la base de una nueva humanidad.
Me interesa la salud de las personas, la salud del mundo, la salud del medio ambiente.
Cuando suficientes personas adopten este estilo de vida el mundo cambiará radicalmente.
Y ella en un momento dijo: "yo uso mascarilla no sólo para evitar que me contagien sino para proteger al otro porque pienso en el otro".
Intenta poner en práctica las enseñanzas de María Magdalena.
"Uso la mascarilla para cuidarme y para cuidarte".
Es amor en acción.
Pero el verdadero regalo, el verdadero gesto de amor sería crear poderosos anticuerpos que in-activen a los virus, que los debiliten y que los destruyan.
Porque la única forma de vencerlos es creando inmunidad en cada persona.
El verdadero gesto de amor es derrotar al virus dentro de mi propio cuerpo.
Ahí es el único lugar donde la pandemia es derrotada.
En el único lugar del mundo donde se establece la supremacía del humano sobre los virus.
Ese es el verdadero acto de amor.
Establecer la salud absoluta; la victoria suprema sobre cualquier agente infeccioso.
Cualquiera se pone un barbijo.
Pero si tiene su sangre acidificada seguirán multiplicándose los virus como en una fábrica a tiempo completo.
Y el tapabocas sólo los retendrá por algunas horas.
Para finalmente salir y seguir contaminando el planeta.

-Martín Macedo-

miércoles, 6 de julio de 2022

Nadie te ofende, tú te ofendes

 Las personas se la pasan la mayor parte de su vida sintiéndose ofendidas por lo que «alguien» les hizo. La sorprendente revelación que te voy a hacer, va a cambiar tu vida. ¡Nadie, nunca jamás te ha ofendido!. Son tus expectativas de lo que esperabas de esas personas, las que te hieren. Y las expectativas tú las creas con tus pensamientos. No son reales. Son imaginarias.

Si tú esperabas que tus padres te dieran más amor, y no te lo dieron, no tienes por qué sentirte ofendido. Son tus expectativas de lo que “un padre ideal” debió hacer contigo. Y tus ideas son las que te lastiman. Si esperabas que tu pareja reaccionara de tal y cual forma y no lo hizo. Tu pareja no te ha hecho nada. Es la diferencia entra las atenciones que esperabas tuviera contigo y las que realmente tuvo, las que te hieren. Nuevamente, eso está en tu imaginación.

¿Enojado con Dios? Son tus creencias de lo que debería hacer Dios, las que te lastiman. Dios jamás ofende y daña a nadie. Un hábito requiere de todas sus partes para funcionar. Si pierde una, el hábito se desarma. El hábito de sentirte ofendido por lo que “te hacen otros” (en realidad nadie te hace nada) desaparecerá cuando conozcas mejor la fuente de las “ofensas”

Cuando nacemos, somos auténticos. Pero nuestra verdadera naturaleza, es suprimida y sustituida artificialmente por conceptos que nuestros padres, la escuela, la sociedad y los medios nos enseñan. Y crean una novela falsa de cómo deberían ser las cosas en todos los aspectos de tu vida y como «deben» de actuar los demás. Una novela que no tiene nada que ver con la realidad.

También, las otras personas son criaturas de inventario. A lo largo de su vida, coleccionan experiencias: padres, amigos, parejas, etc. y las almacenan en su inventario interior. Las experiencias negativas dejan una huella más profunda en nosotros que las positivas.

Y cuando una persona es “maltratada” (por no haber dicho o hecho lo que se esperaba de ella) por alguien, deja esa experiencia en su «inventario». Cuando conoce a otro alguien, tiene miedo. Y trata de ver si la nueva persona repetirá las mismas actitudes que la que le hirieron, o sea que se predispone. Saca una experiencia de su inventario negativo. Se pone los lentes de esa experiencia y ve a las nuevas personas y experiencias de su vida, con esos lentes, obviamente lo que teme lo provoca.

¿Resultado? Se duplican los mismos problemas y las mismas experiencias negativas. Y el inventario negativo sigue creciendo. En realidad lo que hace es que te estorba. No te deja ser feliz, y a medida que se avanza en años, se es menos feliz.

Es porque el inventario negativo aumenta año con año. ¿Has visto a las personas de edad avanzada y a los matrimonios con muchos años? Su inventario es tan grande, que parece que la negatividad es su vida. Una y otra vez sacan experiencias de su inventario negativo ante cualquier circunstancia.

Una de las mayores fuentes de ofensas, es la de tratar de imponer el punto de vista de una persona a otra y guiar su vida. Cuando le dices lo que «debe hacer» y te dice «no», creas resentimientos por partida doble. Primero, te sientes ofendido porque no hizo lo que querías. Segundo, la otra persona se ofende porque no la aceptaste como es. Y es un círculo vicioso. Todas las personas tienen el derecho divino de guiar su vida como les plazca. Aprenderán de sus errores por sí mismos. Déjalos ser.

Ni la naturaleza, ni tus padres, ni tus hermanos, ni tus hijos, tus amigos o parejas te pertenecen. Es como el fulgor de las aguas o el aire. No los puedes comprar. No los puedes separar. No son tuyos. Solo los puedes disfrutar como parte de la naturaleza. El cauce de un río no lo puedes atrapar. Solo puedes meter las manos, sentir el correr de las aguas entre ellas, y dejarlo seguir. Las personas son un río caudaloso. Cualquier intento de atraparlas te va a lastimar. Ámalas, disfrútalas y déjalas ir.

¿Cómo puedo perdonar?

  1. Entiende que nadie te ha ofendido. Son tus ideas acerca de “como deberían actuar las personas y Dios las que te hieren”. Estas ideas son producto de una máscara social, que has aprendido desde tu infancia de forma inconsciente. Reconoce que la mayoría de las personas nunca van a cuadrar con esas ideas que tienes. Porque son ideas falsas.
  2. Deja a las personas ser. Deja que guíen su vida como mejor les plazca. Es su responsabilidad. Dales consejos, solo si te lo solicitan, pero permite que tomen sus decisiones. Es su derecho divino por nacimiento: el libre albedrío y la libertad.
  3. Nadie te pertenece. Ni tus padres, amigos y parejas. Todos formamos parte del engranaje de la naturaleza. Deja fluir las cosas sin resistirte a ellas. Ama y deja ser.
  4. Deja de pensar demasiado. Ábrete a la posibilidad de nuevas experiencias. No utilices tu inventario. Abre los ojos y observa el fluir de la vida como es. Cuando limpias tu visión de lentes obscuros y te los quitas, el resultado es la limpieza de visión.
  5. La perfección no existe. Ni el padre, amigo, pareja o hermano perfecto. Es un concepto creado por la mente humana que en ningún nivel intelectual puedes comprender, porque en la realidad NO EXISTE. Porque es un concepto imaginario.
    Un bosque perfecto serían puros árboles, Sol rico, no bichos … ¿existe? No.
    Para un pez, el mar perfecto sería aquel donde no hay depredadores ¿existe? No.
    Solo a un nivel intelectual. En la realidad Jamás va a existir. Naturalmente, al pez solo le queda disfrutar de la realidad. Cualquier frustración de que el mar no es como quiere que sea no tiene sentido. Deja de resistirte a que las personas no son como quieres. Acepta a las personas como el pez acepta al mar y ámalas como son.
  6. Desintoxícate del veneno del rencor y reconcíliate con la vida. La vida real es más hermosa y excitante que cualquier idea que tienes del mundo.
  7. Imagina a esa persona que te ofendió en el pasado. Imagínate que ambos están cómodamente sentados. Dile porqué te ofendió. Escucha su explicación amorosa de porque lo hizo. Y perdónala. Si un ser querido ya no está en este mundo, utiliza esta dinámica para decirle lo que quieres. Escucha su respuesta. Y dile adiós. Te dará una enorme paz.
  8. A la luz del corto período de vida que tenemos, solo tenemos tiempo para vivir, disfrutar y ser felices. Nuestra compañera la muerte en cualquier momento, de forma imprevista, nos puede tomar entre sus brazos. Es superfluo gastar el tiempo en pensar en las ofensas de otros. No puedes darte ese lujo.
  9. Es natural pasar por un periodo de duelo al perdonar, deja que tu herida sane. Descárgate con alguien para dejar fluir el dolor. Vuelve a leer este artículo las veces necesarias y deja que los conceptos empiecen a sembrar semillas de conciencia en tu interior. Aprende con honestidad los errores que cometiste, prométete que no lo volverás a hacer y regresa a vivir la vida.

Deja al mundo ser. Y déjate ser a ti también.

Las expectativas, la gente, las situaciones, las cosas y «el destino» no nos fallan, son nuestras expectativas esa aparentemente inofensiva y sutil forma de inmoralidad. Dicen por ahí que las copias, esas que nos mandan hacer en el colegio cuando somos niños, no sirven para nada. Dicen que no se aprende nada con ellas.

Sostiene la gente entendida que para aprender el aprendizaje debe ser significativo, es decir, que solo aprendemos lo que nos interesa de verdad, lo que nos motiva, lo que vivimos, lo que significa algo para nosotros.

Pues bien, nuestra tozuda manía de crearnos expectativas lleva toda la vida haciéndonos sufrir y todavía no lo hemos aprendido. Se supone que en este caso el sufrimiento debería ser suficiente aprendizaje y deberíamos de dejar de crearnos esas expectativas que lo causan.

Pues no terminamos de aprenderlo y seguimos «espectando», sobre las cosas, sobre las situaciones, sobre lo que va a suceder o no, sobre cosas sobre las que no se tiene absolutamente nada de control, como los juegos de azar, como el clima (lluvias o no lluvias), sobre los gobernantes, nuestros deportistas o equipos favoritos, sobre los libros que no hemos leído o las películas que no hemos visto, pero sobre todo y por encima de todo; sobre las personas llámense: Familiares consanguíneos o políticos, pareja, hijos, jefes, subalternos, compañeros de trabajo, vecinos conocidos y hasta de desconocidos.

-Alejandra Rosales-

lunes, 4 de julio de 2022

Das una semilla y el universo te da diez mil semillas

 Un grano, diez mil granos.

Es la filosofía de Georges Ohsawa.
Uno de los fundamentos de su enseñanza durante toda su vida.
Y le funcionó porque creó una gran influencia en el mundo.
Así fue educado, como todo joven oriental tradicional.
Dar y dar, como lo hace la tierra.
Le das una semilla y ella te da diez mil semillas.
Dar lo mejor de nosotros.
Dar más y más y así alcanzaremos nuestro destino espiritual.
Ohsawa creía en ello y lo practicaba constantemente.
Decía que es la forma de ser felices; quien no da lo mejor de sí mismo todo el tiempo, no es feliz.
Pero quien practica "un grano, diez mil granos" experimenta la felicidad porque esa es la tendencia del universo que se expande constantemente.
Y así pasó su vida, viajando por todo el mundo enseñando su técnica de nutrición que salvó a miles de personas.
Dar y dar....lo repetía constantemente.
Pero creo que puso demasiado énfasis en el dar y descuidó el otro lado de la moneda.
Si doy también recibo....si no recibo no puedo dar.
Cuando doy mucho también recibo mucho.
Pero él criticaba a los maestros que cobraran por enseñar.
Lo consideraba poco espiritual.
Y así Ohsawa llegaba a una nueva ciudad a dar una serie de charlas y a veces no tenía para pagar el taxi o tenía que pedir a su esposa que vendiera sus joyas para pagar los hoteles y otros gastos.
La tierra se brinda generosamente, dando diez mil veces lo que recibe.
Recibe una semilla de trigo y en poco tiempo da diez mil.
Pero también recibe el agua de la lluvia, los cuerpos de millones de animales, insectos y vegetales.
Cantidades casi ilimitadas de luz solar.
El nitrógeno de la orina de los animales.
Toda vida que la tierra sostiene luego devuelve sus elementos para ser reciclados.
La respiración tiene dos movimientos: inhalo y exhalo.
Tomo aire y doy aire.
Para dar mucho antes debo tomar mucho.
Pero Ohsawa sentía que tomar era egoísta, poco espiritual.
Y por eso siempre fue pobre y hasta se sentía orgulloso de serlo.
Y algunos de sus estudiantes también hicieron esa apología de la pobreza.
Pero nosotros debemos dar un paso más para que la enseñanza de Ohsawa, su maravillosa técnica de nutrición llegue a más personas.
Practiquemos el espíritu de un grano - diez mil granos.
Dando siempre lo mejor de nosotros.
Pero plenamente conscientes de que si damos mucho también debemos recibir sin culpas.
Recibir no es poco espiritual.
Es la otra cara de la moneda.
Porque si la tierra no recibiera abundancia de agua y luz solar, la luz de la luna y de las estrellas, las hojas de los árboles y el reciclado de toneladas de materia orgánica proveniente de la vida animal y vegetal no podría practicar su maravilloso dar y dar.
Porque yin y yang siempre deben ir juntos y convertirse el uno en el otro, constantemente.
Nosotros como estudiantes de esta filosofía, debemos aprender a dar lo mejor y también aprender a recibir lo mejor.
Que constantemente llueve sobre nosotros.
Pero que muchas veces lo rechazamos porque no "estamos preparados" o no nos sentimos merecedores.

-Martín Macedo-

viernes, 1 de julio de 2022

Vivimos en el infinito

 Vivimos en el infinito.

Y no podemos salirnos de Él.
Somos infinitos y siempre lo seremos.
No podemos escapar de nosotros mismos.
Y no hay sitio donde esconderse.
Si quebrantamos sus leyes seremos descubiertos fácilmente.
Porque la inteligencia infinita todo lo sabe.
Por lo tanto intentar burlar a la inteligencia infinita, como un ladrón que busca burlar a las autoridades....es un esfuerzo completamente inútil.
Algunas personas no lo entienden así y tratan de vivir al margen de la Ley.
Crean sus propias leyes.
Sus propios decretos.
E incluso pretenden obligar a otros a que vivan según sus leyes.
Pero si estas leyes creadas por los hombres contradicen a las grandes leyes universales, no tendrán éxito.
La mayor parte de las personas viven sus vidas al margen de las grandes leyes universales, porque no las conocen y nunca han oído hablar de ellas.
Los abogados se pasan estudiando leyes y códigos pero nunca estudian el infinito en la escuela de derecho.
Aunque son expertos en legislación viven al margen de la Ley.
Y por ello no pueden crear sociedades sanas y felices.
Si vivimos en el infinito y éste funciona en base a la Gran Ley ...¿no sería más sensato aprender esta Gran Ley antes de sumergirse en estudios académicos y técnicos?
A los occidentales no les interesa el infinito y por eso viven sus vidas como si éste no existiera.
Les interesa lo concreto, lo que se puede ver, palpar, medir y pesar.
También conocido como "rigor científico".
Como los pandilleros que viven sus vidas según sus propios códigos.
Por mucho que lo intenten todas sus iniciativas terminan en tragedia......muertos o en prisión.....en un interminable ajuste de cuentas que los atormenta cada día de sus vidas.
Si quebramos el Orden del Universo todos nuestros esfuerzos fracasarán.
Por esa razón todos los esfuerzos de la medicina, la economía, la política y el mundo religioso viven crisis tras crisis.
Pero si aplicamos sus principios podremos tener un éxito supremo en todo lo que emprendamos y tarde o temprano triunfaremos.

-Martín Macedo-