viernes, 19 de febrero de 2016

Durmiendo con el Enemigo (o ¿con mi mejor amigo?)

Nuestro ego es conocido por convencernos de que conocemos la verdad, que nos encontramos en el camino correcto (tanto literal como metafóricamente), o que no requerimos del apoyo de nadie. Pero estamos muy equivocados.

Ciertamente es fácil caer en estas mentiras; ellas crean una ilusión de seguridad dentro de nuestra zona de comodidad en donde podemos ignorar la posibilidad de que alguien más tenga información valiosa o una solución útil. 

Muchos de nosotros permitimos que nuestro ego determine nuestra vida y que nos dé un falso sentido de plenitud (y en el peor de los casos, podemos llegar a pensar que tenemos derecho a todo y que somos más elevados que los demás). 

Sin embargo, el ego no te puede acercar a otro Ser Humano ni a la Luz del Creador. El ego apoya el senti-miento de autoridad, el cual ocasiona la des-conexión entre los individuos. 

Centro de Kabbalah México con pequeños ajustes de DC

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