martes, 25 de febrero de 2014

Diferencia entre Almas Gemelas y Espiritus Afines

De entre todas nuestras conexiones, por Ley de Afinidad, existen unas más definidas que otras. En este sentido, el entramado más afín será aquel que tenga más similitud energética y sobre todo el que reúna cualidades parecidas y en ocasiones incluso idénticas; son los llamados espíritus afines.
Los espíritus afines siempre son una bendición; nos las generamos en cada existencia como personas muy cercanas a nosotros y cuyo vínculo nos llega directamente al corazón. Podemos reconocerlos con facilidad porque nuestro corazón salta de alegría con su sola presencia.
Un espíritu afín puede estar encarnado en alguien de tu familia, y la relación con él o ella es especialmente alegre, de facilidad y felicidad, de apoyo e incondicional.
Cuando se pierde un espíritu afín se siente un gran vacío, como si el dolor mismo por su ausencia te viniera directamente del alma. Y en realidad es así. Cuando nos encontramos con un espíritu afín encarnado en el ámbito de las amistades, se produce un reconoci-miento instantáneo y se da una afinidad en ambas direcciones que hace que, casi instantáneamente, se salten las barreras de tiempo y espacio y te parece "que conoces a esa persona de toda la vida", y así es, aunque no es de toda la vida sino de todas las vidas. La confianza es instantánea y también se siente mucho regocijo, alegría y felicidad.
Cuando un espiritual afín llega a tu vida como una pareja sentimental, la convivencia es maravillosa, la felicidad y comprensión son la base de la relación y ambos se apoyan continuamente. Si unen sus vidas, se puede asegurar que su relación será muy duradera, y si alguna vez deciden separar sus caminos siempre quedará un vínculo irrompible y de la más pura gratitud y reconoci-miento.
Esto es así porque las almas de los espíritus afines están muy cerca la una de la otra y el vínculo es muy estrecho y antiguo: llevan vidas y vidas encontrándose para apoyarse mutuamente.
Sin embargo, el alma gemela es mucho más que un espíritu afín: es el más afín de los espíritus. Es tu otra mitad. Es aquella parte de tu mismo ser antes de que tu ser decidiera venir a experimentar, aprender o estar en misión a un mundo, en cuya realidad existe en acción una ley: la Ley de Opuestos, la dualidad, la polaridad entre sexos diferentes.

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