domingo, 17 de junio de 2012

Semillas del ayer

  • "Haz a los demás lo que desearías que te hicieran a tí".
  • "Lo que tú desees que tus vecinos sean hacia ti también tienen que serlo tú". - Sexto el Pitagórico.
  • "Si se pone en el lugar de otro, uno no debe de matar ni hacer  que otro mate". - el budismo-
  • "Ama a tu prójimo como a ti mismo". - en el cristianismo y en el judaísmo-
  • "Uno no debe hacer nunca al otro lo que considera nocivo para si mismo". - el Mahabharata del hinduismo-
  • "No hagais daño a nadie de modo que nadie pueda haceros daño". - sermón de despedida de Mahoma-
  • "Él es bueno con el bueno; también es bueno con el malo". - el taoísmo-

Resulta peculiar observar cómo la ciencia siempre acaba alcanzando a la Kabbalah. Muchos avances tecnológicos y científicos descubiertos durante las últimas seis décadas fueron enseñados, discutidos y escritos por los maestros de nuestro maestro. 


Si le dijeras a un científico noventa años atrás que una mariposa aleteando inicia un efecto dominó que puede provocar un tornado en una parte distinta del mundo, probablemente te miraría como su estuvieras loco. Hoy en día, la ciencia lo llama la Teoría del Caos. 

Pero esté probada o no, la idea de que la acción más pequeña puede crear un impacto en el mundo todavía resulta difícil de creer. Quizá seamos egoístas en nuestra carrera profesional y permanezcamos en nuestros trabajos fundamentalmente motivados por lo que obtenemos de éstos. Después, nos inventamos que ¨ de repente¨ (nada es ¨de repente¨, existe lo que se llama el síndrome de "de repente"), hay problemas en nuestras relaciones en casa o con un amigo, y pensamos: "¡Esto no es ¨culpa¨ mía!". Esto no tiene que ver con la ¨culpa¨, esto tiene que ver con la RESPONSABILIDAD.

Tenemos la habilidad de ir compartimentando nuestras vidas, pensando que la forma en que nos comportamos en un área no tiene ningún efecto en la otra, pero el PUNTO es que en el reino espiritual no hay compartimentos. La ilusión de fragmentación sólo existe en la dimensión física. Todo está conectado. 

Esto es algo difícil de aceptar, pero la Luz nos asegura que vivimos en un sistema verdadero y justo. El problema es que cuando vienen los problemas, nos resulta casi imposible conectar los puntos. El sistema fue creado para que podamos tener una oportunidad en la que basar nuestra certeza en la Luz y no en nuestros cinco sentidos. 

Podemos mejorar nuestra capacidad para detectar la Ley Espiritual de Causa y Efecto que funciona en el universo si mantenemos la conciencia de que en cada momento estamos plantando una semilla. Plantar semillas de egoísmo, celos o impaciencia nos traerá finalmente dificultades y conflictos. En cambio, plantar semillas con actos de compartir, tolerancia y amor incondicional responsable... nos traerá plenitud. 

Seamos conscientes de lo que estamos entregando al universo.

Aun las acciones de bondad más pequeñas pueden crear un inmenso amor en el mundo. 

Yehuda Berg

martes, 12 de junio de 2012

La belleza de nuestra alma

El cuerpo es como la tierra y el alma es la parte que tiene que ser cultivada y nutrida para ser fructífera. La única forma en que nuestra alma pueda dar frutos en este mundo es si nos damos una oportunidad para escucharla. En otras palabras, requerimos tomar la decisión pro activa de conectar con aquella parte de nosotros que está más allá del aspecto físico, nuestra alma.

Lo que generamos la mayor parte del tiempo, sin embargo, es que estamos tan ocupados haciendo cosas (trabajo, personas, negocios, familia) que no nos tomamos el tiempo para ver la belleza que está dentro, el tiempo para hablar con nuestra alma y preguntarle que quiere de nosotros.
 
Dos historias ilustrativas: una era sobre una joven mujer quien creó una librería para niños sin hogar para que pudieran leer antes de irse a la cama. La otra fue sobre una joven mujer de una comunidad de Somalia en Minnesota quien estableció una fundación para otorgar a otras personas de Somalia las mismas oportunidades educativas que ella había tenido. Ambas mujeres lograron ir más allá de ellas mismas para traer algo poderoso al mundo, que es esencialmente nuestra misión como seres humanos.

Nos estamos aquí para simplemente vivir, reproducirnos y morir. Cada uno de nosotros tiene un trabajo específico por hacer para transformar el mundo en un lugar mejor porque hemos vivido en él. Esto no quiere decir que tenemos que volvernos activistas o cambiar cada caso de caos que veamos. Lo que quiere decir, sin embargo, es que requerimos nutrir ese algo especial dentro, en nuestra alma, que nos dé la habilidad de ir más allá de nuestra naturaleza. ¿Cuál es nuestra naturaleza? Pensar únicamente en nosotros mismos.

Curiosamente, la paradoja de la vida es que cuando pensamos sólo en nosotros mismos, nunca estamos satisfechos. Por ejemplo, pudimos haber comido la mejor comida del mundo y salir del restaurante y decir: "¡Éste fue un gran lugar para comer!". Pero preguntémonos a nosotros mismo a cerca de esta fabulosa comida un mes después y seguramente no la recordaremos. Pero si vamos a un restaurante con un amigo y aportamos valor (una conversación significativa por ejemplo) que la apoye, o quizás el amigo comparte algo con nosotros, puedes estar seguro que recordaremos esa comida. ¿Por qué? Porque hubo un compartir involucrado, y la razón por la que estamos aquí en esta vida es para practicar el compartir tanto en la forma grande como en la pequeña, así como una conversación de valor.

Nuestro trabajo es manifestar  nuestra alma en este mundo físico. De lo contrario, no hay propósito para nuestra vida; de lo contrario, podríamos ser animales y no lo somos. No olvidemos que nuestro cuerpo es sólo una prenda, y que conectamos con la fuerza de la Luz sólo a través de la belleza de nuestra alma.

domingo, 10 de junio de 2012

Confía en que estas en el lugar perfecto, en el momento preciso

Confía en que estas en el lugar perfecto, en el momento preciso. 

 
Vive este presente como se te presenta. 
 

Pon atención a cada detalle y siéntelo con plenitud, es único. 
 
No lo desperdicies preocupándote por cosas del pasado o con ansiedad respecto al futuro, ni pensando en el lugar donde deberías estar o como deberías estar. 


Siempre se encuentra en nuestros corazones, en nuestro interior, lo que torpemente estamos buscando en el exterior.
 

Aprende mas a aceptar que a esperar, así tendrás menos desilusiones. 
 

Ama a las personas, sin depender de ellas.
 

Confía en tu corazón. 
 

Si sueltas el dolor, puedes abrazar el gozo.
 

En este momento estas rodead@ de las personas perfectas para tu desarrllo.
 

Fluye.
 

Vive. 
 

Ten fe. 
 

Se feliz.
 

Se Amor.
 

Se Luz.
 
Se Tu.

viernes, 1 de junio de 2012

La enfermedad es un conflicto entre la personalidad y el alma

Algunas veces… el resfrío “chorrea” cuando el cuerpo no llora. 

El dolor de garganta “tapona” cuando no es posible comunicar las aflicciones.


El estómago arde cuando las rabias no consiguen salir.

La diabetes invade cuando la soledad duele.

El cuerpo engorda cuando la insatisfacción aprieta.


El dolor de cabeza deprime cuando las dudas aumentan.


El corazón afloja cuando el sentido de la vida parece terminar.


La alergia aparece cuando el perfeccionismo está intolerable.


Las uñas se quiebran cuando las defensas están amenazadas.


El pecho aprieta cuando el orgullo esclaviza.


La presión sube cuando el miedo aprisiona.


Las neurosis paralizan cuando el niño interior tiraniza


La fiebre calienta cuando las defensas explotan las fronteras de la inmunidad.


Las rodillas duelen cuando tu orgullo no se doblega.


El cáncer mata cuando no perdonas y/o te cansas de “vivir”.


¿Y tus dolores callados? ¿Cómo hablan en tu cuerpo?


La "Enfermedad" no es "mala", te avisa que te estas equivocando de camino.

Todo es por una razón...

"Habrá sangre, lo dicen, que la sangre trae sangre" William Shakespeare, Mcbeth

Todo es por una razón....

Al crear el hombre la noción de lo bueno y lo malo, lo perfecto y lo imperfecto, también ha creado las trampas llamadas culpabilidad y remordimiento que han hecho siempre tan difícil progresar en la vida. Pero yo te digo: cualquier cosa que hayas hecho a través de la virtud de tus muchas vidas en este plano nunca ha sido mala, ni tampoco buena. Ha sido simplemente una experiencia de la vida que te ha ayudado a llegar a ser quien eres ahora, y eso es, en verdad, la cosa más preciosa y maravillosa. Porque tú eres en este ahora, lo más grandioso que has sido nunca desde que empezaste este camino extraordinario, ya que tu sabiduría es mayor de lo que nunca ha sido.

Todo lo que tú has hecho, yo también lo hice. Y cada uno de tus errores, yo cometí los mismos. Y todo aquello que has juzgado en ti por carecer de fuerza y virtud, yo también lo juzgué. Pero yo nunca habría conocido la fuerza de mi ser si no hubiera conocido mi debilidad. Nunca habría amado la vida si no la hubiera visto desprenderse de mí. Y nunca habría sido capaz de abrazaros a todos vosotros si no hubiera despreciado la crueldad del hombre.

Cualquier cosa que hayas hecho, por vil o miserable que haya sido, la hiciste simplemente con el fin de crear un aprendizaje para ti mismo. Y a lo largo de ese aprendizaje te has dañado, dolido, entristecido, y te has degradado a ti mismo y, sin embargo, te has elevado por encima de ello, porque aquí estás ahora, dispuesto a conocer y abrazar la belleza que tú eres.

Ahora, ¿piensas que alguna vez te aventuraste a experimentar algo sabiendo que te haría daño o que ibas a fracasar? No. Siempre te has embarcado en cada aventura con gran curiosidad, interés y placer. Y aunque al principio el resultado era un tanto incierto, la emprendiste simplemente porque nunca lo habías hecho antes. La experiencia era nueva y excitante y querías aprender de ella. Y aunque la aventura pudo causar dolor, eso te ayudó a comprender la emoción llamada «dolor», lo que aumentó tu entendimiento de la vida. Así pues, esa experiencia tuvo un propósito en tu vida. Luego te embarcaste en la siguiente aventura que tu alma te impulsó a experimentar, para vivir otra aventura en la emoción y el entendimiento. Y eso te proporcionó más felicidad y realización en tu alma.

Cada cosa que haces, en el preciso instante en que la estás realizando, sabes en tu alma que la experiencia es buena para ti. Es sólo después de haber experimentado la aventura, y los sentimientos derivados de ella se han transformado en sabiduría, cuando averiguas que quizás lo hubieras podido hacer mejor o de otra forma. Pero nunca habrías sabido que había un mejor camino si no te hubieras embarcado primero en la experiencia y obtenido de ella la joya de la sabiduría. ¿Y debe alguien ser juzgado por eso? No, porque eso se llama inocencia, y también educación.

Nunca te sientas culpable de aprender. Nunca te sientas culpable de saber.

Debes entender que has hecho lo que necesitabas hacer; todo fue necesario. Y tomaste todas las decisiones acertadas, todas. Tú vivirás mañana y también el bendito día que le seguirá, y todos los siguientes. Y lo que descubrirás en esos días es que sabes más de lo que sabes hoy. Sin embargo, el día de hoy no es un error; te guiará hasta la eternidad.

No te aferres a un pasado y te sientas culpable de tus errores, que todo pasa porque asi tubo que ser para un creci-miento interior personal.


Madhu Devi Nath