El retorno de los nómades de Lía Schenck (segunda entrega)
Dejarán atrás es costumbre de caminar en línea recta para ir desde sus casas al trabajo y desde el trabajo a sus amores.
De a poco, aprenderán a caminar en espiral como los nómades.
Caminar en espiral protege a los nómades de los tornados y de los granizos.
Cuando todo pasa vuelven a caminar en espiral.
Esta manera de caminar no sólo es útil en las catástrofes sino en cualquier día del año y de la vida.
Les permite mirar los abajo, los arriba y los costados de todas las cosas, incluidas las flores, los jarrones, los techos y las mariposas.
Hay otras condiciones básicas para transformarse de sedentarios en nómades dado que no sólo caminan en espiral sino que vuelan por los siete puntos cardinales del espacio.
En relación a esto, es necesario que los sedentarios estén atentos al período en que comiencen a desarrollarse las alas.
En esos días y en esas noches, sobre todo en esas noches, pueden tener sensaciones de vértigos o náuseas o un incontrolable deseo de llorar arrepentimiento antiguos. Se recomienda en esos casos, mirar o recordar el vuelo de los pájaros y hacer de cuenta que los pies se apoyan en las nubes.
También se recomienda llamar por teléfono o ir a la casa de algún nómade (no importa si son las tres de la mañana) para hablar de las cosas que les pasan o para hablar de las migraciones de las golondrinas o de la alegría de cualquier gorrión.
Hablar con los nómades acerca de estas cosas produce siempre un gran alivio en el corazón y en las articulaciones de todo el cuerpo. Sobre todo, produce un gran alivio en los laterales de la espalda, en los precisos lugares donde se está produciendo el nacimiento de las alas.
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