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Es la calidad de tus acciones la que te llevan a la maestría y no la cantidad de cosas que hagas.
Es la calidad de tus palabras las que despiertan las más sublimes emociones y no la cantidad de cosas que digas.
Es la calidad de tus pensamientos la que construye un porvenir dichoso y próspero y no la cantidad de cosas que pienses.
Es la calidad de tus creencias las que te elevan hacia la grandeza y no la cantidad de cosas en las que crees.
Es la calidad de tus visiones las que disparan las manifestaciones visibles y no la cantidad de cosas que visualizas.
Es la calidad de vida la que te hace feliz y no la cantidad de años que vives.
Los más jóvenes e inexpertos se siente atraídos por la comida rápida porque es barata y sabrosa.
Pueden comer más cantidad porque el precio es menor.
A menor precio mayor cantidad.
Pero las personas con más experiencia y sabiduría buscan los alimentos de mayor calidad aunque tengan un costo mayor.
Entonces en todas las ciudades medianas y grandes del mundo hay establecimientos que ofrecen comidas rápidas y baratas para satisfacer a ese tipo de público más ingenuo.
Y también otros que ofrecen alimentos de la más alta calidad para un publico más sabio y prudente.
Unos atraen por cantidad.
Otros atraen por calidad.
Los físico culturistas atraen por la cantidad de masa muscular.
Entrenan muy duro, se inyectan hormonas, hacen 8 a 10 comidas de alta proteína al día, arriesgan la vida para lograr su objetivo de convertirse en monstruos de la cantidad.
Y tienen sus admiradores que los adoran como dioses, y torneos internacionales donde dan suculentas recompensas económicas a los ganadores que han logrado la mayor cantidad de masa muscular junto a la estética de sus cuerpos magníficos.
Y así hay miles de jóvenes que atraídos por la cantidad se ponen a levantar pesas con pasión desmesurada y a tomar suplementos de proteínas.
Siguen a los maestros de la masa, de la cantidad de músculo.
Pero los jóvenes sabios buscan otro tipo de maestros.
La más alta calidad no es tan atractiva porque pasa desapercibida en un mundo obsesionado con las cantidades.
Muchos eligen su profesión en función de la cantidad de dinero que pueden ganar.
Los practicantes de medicina natural creemos que a la larga el triunfo lo tendremos los que apostamos a la calidad , porque la salud está con la calidad de la sangre y no en la cantidad.
El cáncer es un claro ejemplo.
Aumenta la cantidad de células de la más baja calidad.
El cáncer es un ejemplo del triunfo de la cantidad sobre la calidad.
La salud absoluta es un triunfo de la calidad sobre la cantidad.
Visualicemos un mundo ideal, donde aumente la cantidad de seres de la más alta calidad humana, biológica y espiritual.
Martin Macedo-