viernes, 20 de noviembre de 2015

La metodología del espejo

Es una de las técnicas más directas y reveladoras a la vez que sencillas que podemos usar para adentrarnos en nuestro inconsciente. Antes de explicar en qué consiste hay que dejar claros algunos conceptos que nos apoyarán a entenderla mejor. 

Tenemos el concepto de la sombra que debemos a Carl Gustav Jung y que nos dice frases como, “Lo que no se hace consciente se manifiesta en nuestras vidas como destino”, o “Prefiero ser una persona completa antes que una persona buena”. Lo que nos quiere decir es que requerimos investigar en la oscuridad de nuestro inconsciente puesto que la sombra la estamos manifestando siempre. 


El espejo se produce cuando proyectamos nuestra sombra en los demás, y ésta se manifiesta cuando aquello que vemos en los demás nos molesta muchísimo, de una manera especial y desmesurada y sobre todo en cosas de escasa importancia.
¿Cómo distinguir la sombra?
Las relaciones son el mejor sistema para conocernos a nosotros mismos ya que nos relacionamos con nosotros a través de los demás. Una forma de verlo es a través de los excesos:
  • Emociones exageradas contra los demás
  • Acciones impulsivas o inadvertidas
  • Sentirse humillado
  • Relaciones en las que provocamos el mismo efecto desestabilizador a diferentes personas
  • Enfados desproporcionados
  • La atracción a lo morboso, "accidentes" (eventos), noticias "malas", etc.
Cada vez que respondemos a favor o en contra de alguna cosa y nos mantenemos inflexibles, es muy posible pensar que nos adentramos en el territorio de la sombra. 

Históricamente el hombre y la mujer han acumulado en sus arquetipos muchas memorias de dolor, represión,violencia, sufrimiento, abusos, etc. La bioneuroemoción centra su atención en como nuestro cuerpo refleja todas esas emociones que se hallan en nuestro inconsciente (la sombra).
 Espejos prácticos en nuestras vidas
  • El espejo directo: En él vemos reflejadas nuestras creencias en tiempo real. Un ejemplo puede ser cuando alguien nos molesta de una manera exagerada nuestra percepción.
  • El espejo de nuestros juicios: Es uno de los más reveladores ya que todo aquello que juzgamos como “malo” o “improcedente” reaparecerá de diferentes formas en nuestras  vidas hasta que dejemos de juzgarlo. Nuestros juicios son el imán que atrae situaciones para que los viva.
  • El espejo de nuestro árbol genealógico: Vivimos experiencias y relaciones que tienen que ver con nuestros ancestros. Su función es liberar el inconsciente colectivo familiar.
  • El espejo de nuestro mayor bien: Acostumbramos a ser nuestros mayores críticos. Cuando somos capaces de hacer conscientemente estas críticas y cambiarlas, entonces empezamos a ser compasivos nosotros y así lo podemos ser con los demás. Aprender a ser flexible conmigo mismo nos permite ser flexible con los demás.
  • El espejo de nuestras situaciones diarias.
  • El espejo de nuestra “noche oscura del alma”: Situaciones muy exageradas donde nuestro mundo se precipita en el caos y surgen nuestros mayores miedos. Cuando salimos de él, somos seres humanos diferentes, despierta una fuerza en ti que es tu gran aliado.
La solución siempre es la integración, la lucha contra mi espejo (mi sombra) siempre refuerza a ésta y siempre perderé. La pérdida es la enfermedad.

sábado, 4 de abril de 2015

12 Leyes del Karma


La Ley de Causa y Efecto

“Así como siembras, así cosecharás”. Esto también se conoce como la “Ley de Causa y Efecto”. Lo que enviamos al universo es lo que viene de regreso a nosotros. Si lo que queremos es la plenitud, la paz, el amor, la amistad… entonces debemos ser plenos, tranquilos, cariñosos y ser un verdadero amigo para los demás. 


La Ley de la Creación

La vida no ocurre por sí sola, requiere de nuestra participación. Somos uno con el Universo, tanto por dentro como por fuera. Lo que nos rodea nos da pistas sobre nuestro estado interior. Sé tú mismo, y rodéate de lo que quieres tener presente en tu vida. Se lo que deseas ser, si deseas ser feliz, se feliz, si deseas Amor para tu vida, se Amor.


La Ley de la Humildad

Lo que te niegas a aceptar, continuará para ti. Si lo que vemos en el otro es un enemigo, o alguien con un rasgo de carácter que encontramos como "negativo", entonces nosotros mismos no estamos enfocados en un nivel superior de existencia. 

La Ley del Creci-miento

Donde quiera que vayas, ahí estarás creciendo: con dolor y sufri-miento o con iluminación y gozo (la decisión es siempre tuya). Cada reto en tu vida, representa una oportunidad maravillosa para crecer. Para que crezcamos en el Espíritu, somos nosotros los que debemos cambiar -y no las personas, lugares o cosas que nos rodean. Lo único dado que tenemos en nuestras vidas somos nosotros mismos y es el único factor sobre lo que tenemos control. Cuando cambiamos dentro de nuestro corazón, nuestra vida sigue su ejemplo y cambia también.


La Ley de la Responsabilidad

Siempre que algo resta  en mi vida, hay algo que requiero revisar en mis decisiones, que, este caso las tomo ubicado en el camino de la desintegridad. Reflejamos lo que nos rodea: y lo que nos rodea representa nuestro espejo; Esta es una verdad universal. Requerimos asumir la responsabilidad total por lo que generamos en nuestra vida.

La Ley de la Conexión

Incluso si algo que hacemos parece intrascendente, es muy importante que se haga, ya que todo en el universo está conectado. Cada paso lleva al siguiente paso, y así sucesivamente y así sucesivamente. Alguien tiene que hacer el trabajo inicial para obtener un resultado. Ni el primero ni el último paso son de mayor importancia, todos se requieren para realizar la tarea. Pasado-Presente-Futuro todos ellos están conectados.


La Ley del Enfoque

Tú no puedes enfocarte en dos cosas al mismo tiempo. Cuando nuestra atención se centra en la dimensión espiritual, es imposible para nosotros tener pensa-mientos inferiores, tales como la codicia o la ira.

La Ley del Dar y la Amabilidad

Si crees que algo es verdad, entonces esa “verdad” se revelará en tu vida.Da con alegría y sin regateos. Da dinero, amor, alegría y amabilidad, sin esperar nada, nada más da.

La Ley del Aquí y Ahora

El mirar hacia atrás para examinar lo que fue, nos impide ser totalmente en el aquí y ahora. Los viejos pensa-mientos, los viejos patrones de comporta-miento y actitud, las creencias limitantes nos impiden tener lo nuevo y disfrutar el Ahora a plenitud.


La Ley del Cambio

La historia se repite hasta que aprendamos las lecciones para cambiar nuestro camino. La vida es cambio. El cambio es expansión y creci-miento.


La Ley de la Paciencia y la Recompensa

Sé paciente con la vida. El tiempo del universo es perfecto. La verdadera alegría se obtiene haciendo lo que suponemos que debemos estar haciendo ahora, y con fe en la recompensa que está por venir en su propio tiempo perfecto.

La Ley del Valor e Inspiración

El verdadero valor de algo es un resultado directo de la energía y la intención que se pone en ello. Cada contribución personal es también una contribución a la totalidad. Permite que la divinidad en ti te llene de inspiración a cada momento.

viernes, 3 de abril de 2015

Quien entra en tu vida, es por algo y para algo

Muchas veces no sabemos para que generamos a determinadas personas en nuestras vidas en un momento particular. 

Aunque siempre hay un plan mayor que se está llevando a cabo. 

Si tan sólo nos permitiéramos abrirnos a todas las posibilidades con una mente y un corazón sinceros. 

Y si tuviéramos preparados para escuchar a todas las personas que tiene algo que decir sin juzgarlos y sin prejuicios, recibiríamos constantemente todo el apoyo que requerimos para cumplir nuestro destino.

miércoles, 28 de enero de 2015

Cuatro leyes de la espiritualidad


1. "La persona que generamos es la persona perfecta".  

Todas las personas que generamos en nuestras vidas es por alguna razón. Todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo y para algo, Están allí para mostrarnos que es lo que requerimos atravesar y generar, en consecuencia una transformación en nuestras formas de ser.

2. "Lo que se genera es la única cosa que podría haber generado"

Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que generamos en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe el: "si hubiera hecho tal cosa hubiera generado tal otra...". No. Lo que se generó fue lo único que pudo haberse generado, y requirió haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que generamos en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo.

3. "En cualquier momento que comience es el momento perfecto"

Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuando comenzará.

4. "Cuando algo termina, termina"

Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia.

No es casual que estén leyendo esto, si este texto llegó a nuestras vidas hoy; es porque estamos preparados para entender que ningún copo de nieve cae alguna vez en el lugar equivocado.


Sobre acariciar con el alma, o de como transmutarte en amor

 “Hay diferentes actitudes posibles hacia el amor: puedes comértelo, te lo puedes tomar, lo puedes respirar, pero también puedes vivir en él. Aquellos que se lo comen se quedan en el plano físico y nunca encuentran satisfacción ya que se conforman con placeres bajos. Los placeres de los que lo beben son menos crudos, pero siguen estando confinados a las delicias y satisfacciones del plano astral. Los filósofos, escritores y artistas que han logrado alcanzar el plano mental son aquellos que respiran al amor; el amor es su fuente constante de inspiración. Sólo los que viven en el amor, en la sutil y etérea dimensión del amor, realmente lo poseen. Para ellos es la luz de la mente y el calor del corazón, y así derraman esa luz y ese calor sobre todos los que los rodean. Aquellos que viven en este amor poseen la plenitud.” (Omraam Mikhaël Aïvanhov)

Desde siempre el ser humano ha buscado su alma gemela, esa media naranja con quien volverse uno y compartir camino en este plano. El amor en pareja como meta de vida. La relación como definición social de plenitud y felicidad, sabemos que la unión permite la expansión, sabemos que amor es todo lo que requerimos. Pero esa unión que tanto anhelamos ¿con quien es? ¿Existe el alma gemela?
¿Estamos tratando de encontrar, como siempre, fuera lo que sólo hay dentro y por lo tanto condenados a una búsqueda sin fin? ¿Te has detenido a pensar qué versión del amor aspiras manifestar, en cómo quieres encarnar tus relaciones y cómo quieres que te definan? Vivimos un escenario en el que el “amor” se “compra”, donde se viven relaciones por comodidad, dependencia y/o necesidad; se teme a la soledad, al compromiso y a la honestidad. 

Somos creadores de un entorno en el que las perversiones violentas, los juegos de poder y el miedo se multiplican a velocidades alarmantes. Construimos, entre todos, una realidad en la que el respeto y la tolerancia son la excepción a la norma, en la que la igualdad casi no existe. Queremos resultados inmediatos que no requieren de disciplina, responsabilidad y/o voluntad. Lo fácil y rápido como premisa, lo superficial por excelencia. Pero también queremos, requerimos y creemos en el Amor… aunque generalmente nos perdemos en él. Entonces cabe preguntar: ¿queremos beberlo, comerlo, respirarlo, o queremos SER AMOR?
Rara vez vamos más allá, le tenemos miedo a la profundidad -y eso que Sócrates nos indicó hace miles de años que “la vida sin examinar no vale la pena vivirse.” En la aceleración constante híper-conectada (¿o será hiper-desconectada?)- que vivimos, casi nunca nos detenemos a absorber la información que tenemos a nuestro alcance y que nos forma. Parecemos aceptarlo todo sin realmente procesarlo y procesarnos en él. No nos tomarnos el tiempo de entender, de asimilar los elementos presentes y como nos reflejan, de definir nuestra interpretación de estos elementos para luego manifestar de acuerdo a nuestra voluntad. Pocos asumen la verdadera responsabilidad de Ser… ¡pero eso sí como nos quejamos cuando las cosas no son como queremos que sean! Nos gusta el capricho, berrinchudos por excelencia.
Los principios de correspondencia son sencillos: como es afuera es adentro, como es arriba es abajo, no podemos reconocer algo que no hemos previamente encontrado en nosotros, no podemos recibir algo que no hemos dado –what comes around goes around, no puede haber reflejo de algo que no hay en ti. No existen las victimas de las circunstancias, como dice Aldous Huxley “la experiencia no es lo que te sucede, sino lo que haces con lo que te sucede” y ahí entra la voluntad de aceptar la Responsabilidad de Ser. “Nada sucede por si solo. Creo que todos los sucesos son creados por la voluntad” (William Burroughs), podemos ser agentes pasivos y seguirnos quejando y sufriendo, o podemos empezar a entonar nuestra voluntad con la frecuencia más intima de nuestro corazón.
…Pero para eso hay que conocer al corazón, hay que conocerse a sí mismo. 
Sobre la fachada del templo de Apolo, en el Oráculo de Delfos de la Antigua Grecia, se encontraba inscrita la siguiente frase: “Conócete a ti mismo” –sabemos que uno es siempre el punto de partida, es lo único que realmente podemos aspirar a “comprender”. Conocerse a si mismo significa sin embargo, más que reconocer vicios y virtudes, se trata de (re)conocer nuestros diferentes cuerpos (físico, etéreo, mental, causal, astral, átmico…) y sus requeri-mientos básicos. Es entretejer todas tus manifestaciones -unir cuerpo y espíritu. Todo lo creado nace de esta unión, cada átomo es fruto de la fusión del espíritu (energía) con la materia. 
Es quizá más bien esa unión la que tanto anhelamos y buscamos sin cesar: ese momento donde se entrelazan nuestros yos inferiores con nuestros yos superiores, la integración total de nuestro lado femenino y nuestro lado masculino, de nuestros opuestos. Fusión que permite que resonemos de acuerdo a lo más intimo de nuestra esencia en su totalidad y manifestemos de acuerdo a ella. Y esa unión es la que representa el ouroboros, serpiente que forma un círculo al comer su propia cola, símbolo del infinito, de lo eterno. Omraam Mikhaël Aïvanhov nos explica: “aquél que logra volverse un circulo entra en un mundo sin limitaciones, donde el “arriba” y el “abajo” ya no están separados. Todas las virtudes, las riquezas y los poderes de tu yo superior trasmutan a tu yo inferior. Lo superior y lo inferior se funden en uno y el hombre se vuelve divinidad.” Bien decía Sartre que “el hombre es fundamentalmente el deseo de ser Dios.” 
La fusión consciente de todos nuestros “yo’s” como exquisito ejercicio de alquimia buscando reconocernos como divinidad. ¿Acaso no dijo Jesús “ustedes son dioses“? En esa unión reside la esencia y el objetivo último de la magia -la clave de la manifestación, la que lo materializa todo. Y para alcanzar ese estado de fusión exquisito, para lograr expandir -nos y nuestros conceptos, tenemos que voltear la mirada hacia dentro y reconocernos en toda nuestra profundidad, infinitos. Prestemos atención a las posibilidades dentro de nuestra dimensión interna -es la única que nos acompaña en todo momento, y son ellas las que determinan que podamos o no disfrutar esta experiencia terrenal en toda su gloria. Y luego prestemos atención a nuestro entorno, traducción de nuestra intimidad. Carl Jung trabajaba sobre la máxima que “todo lo que nos irrita de otros nos lleva a un entendimiento de nosotros mismos”  …sobra decir que tenemos mucha introspección que hacer.
Es a través de la observación que podemos, además de encontrarnos, descubrir  el amor… “Encuentra el amor que buscas encontrando primero ese amor en ti. Aprende a descansar en ese lugar en ti, ese, tu verdadero hogar.” (Sri Sri Ravi Shankar) Podemos ahí, en ese lugar, conscientemente decidir que actitud queremos tomar hacia el amor –recordemos que hay etapas para todo.
No se puede Ser algo sin antes beberlo, comerlo y respirarlo.
En la integración podemos (re)conocer al “verdadero” amor y transmutarnos en él sin volver a perdernos en él. Por “verdadero” entendemos ese amor que va más allá de todo lo imaginable y lo inconcebible. Ese amor que no forma raíces, que no “necesita” poseer, no sufre de celos ni de ausencias. Transgrede géneros, especies, planos, distancias y tiempo. Es ese amor que vives, eres, y manifiestas en todo momento con todo y todos los que te rodean sin excepción alguna.
Extrañamente una vez que conoces ese amor, ya nada importa, ya nada buscas, todo lo eres. Vives Aquí y Ahora, sabiendo que lo único permanente es el cambio (Heráclito) y que “escogemos nuestras alegrías y nuestras penas mucho antes de experimentarlas.” (Kahlil Gibran) No existen errores, sólo lecciones -consciente o inconscientemente manifestadas, activamente o pasivamente enfrentadas. –solo hay que tener el valor de Ser y de entonar la voluntad con el corazón. No importa si estás en una relación, en muchas o ninguna -los formatos constantemente mudan- no importa lo que recibes, como te tratan o lo que te sucede –todo lo transmutas. Te asumes, plenamente responsable de tu Ser y de tu entorno, sin miedo a nada – porque no hay nada, desdoblándote y desdoblándote tu amor constantemente y de manera indiferente al resultado o al receptor.
Una vez que realmente entendemos esto, que encarnamos ese amor y nos (re)conocemos magos –abrazando todos nuestros aspectos, fundiendo todos nuestros “yo’s”, reconociéndonos en todas nuestras gamas- empieza realmente la Magia.
Te sabes eso que buscas y entonces te dedicas a apapachar -del náhuatl Papatzoa: ablandar algo sobándolo o metafísicamente, acariciar con el alma- a todo aquél que te rodea. Tú eres AMOR y te multiplicas en infinidad de formatos.
“Sino crees que tu vida va a durar para siempre ¿por qué titubeas en cambiar? No desperdicies en tonterías tus actos sobre la tierra.” (Don Juan Matus)

(Por Mitsy Ferrand)